Feudo de Apango
Edilberto Nava García
Nunca estará por demás alzar la voz, si al fin el cuerpo es la caja de resonancia del espíritu. Y es que en este municipio estamos a punto tal del infortunio que nadie nos escucha. Ya hasta creo cierto lo que veo. Miro a funcionarios como personas sin orejas y con sus miradas fijas cual muertos andantes pero insensibles e inútiles que como autómatas se aprestan religiosamente a cobrar sus sueldos del erario público.
Vuelvo en sí y recuerdo que ayer revisaba unas líneas escritas cuando de pronto a sólo unos metros, en la calle, se anunciaba que “El ayuntamiento que preside la licenciada Viky Anahí Nav
Nunca estará por demás alzar la voz, si al fin el cuerpo es la caja de resonancia del espíritu. Y es que en este municipio estamos a punto tal del infortunio que nadie nos escucha. Ya hasta creo cierto lo que veo. Miro a funcionarios como personas sin orejas y con sus miradas fijas cual muertos andantes pero insensibles e inútiles que como autómatas se aprestan religiosamente a cobrar sus sueldos del erario público.
Vuelvo en sí y recuerdo que ayer revisaba unas líneas escritas cuando de pronto a sólo unos metros, en la calle, se anunciaba que “El ayuntamiento que preside la licenciada Viky Anahí Nav