Marco, amigo, lamento mucho la pérdida de tu mamá. No tengo palabras suficientes, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Doña Olga fue una gran mujer y sé lo mucho que la querías. Te acompaño con todo mi corazón. No conocí personalmente a tu señora madre, amigo Marco Antonio Leyva Mena, pero al conocer y tratarte a ti que eres un gran ser humano y buen amigo, sé que doña Olga Mena Iturburu fue una excelente persona y mejor madre, porque como está escrito en los libros de Lucas 6:44 y Mateo 7:44 de Las Sagradas Escrituras: “Cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas”. Entiendo y comprendo tu dolor, ya que al igual que tú también perdí a mi madre y, aunque han pasado 27 años de aquel infausto día, su recuerdo sigue intacto en mi mente y mi corazón, porque ellas no dieron la vida, nos enseñaron a caminar, a leer y amar, pero no nos prepararon para el gran vacío que deja su ausencia, convirtiéndose su p...