Tita Radilla Martínez
Erika Cervantes Pérez*
Defender el derecho de las personas a la justicia y la paz es motivo para que sean señaladas y perseguidas. Hasta hace unos años esta actividad no era reconocida oficialmente, hoy le conocemos como defensora o defensor de Derechos Humanos (DH) y de ello la vida de Tita Radilla Martínez es un ejemplo.
Tita no recuerda los cumpleaños o fiestas familiares de sus hijas e hijos, sus primeras palabras o pasos, pero puede dar cuenta de cómo la llamada «guerra sucia» en México marcó el rumbo de su familia cuando su padre Rosendo Radilla Pacheco fue desaparecido por el Ejército en 1974.