Políticos con su cochina doble moral
Tino Gatica
La política es muy cochina, dicen algunas personas, no necesariamente quienes están dentro del esquema político —pero que sí tienen familiaridad, parentesco, cercanía o simpatía—por lo que manifiestan así su inconformidad, pesar y desilusión sobre cómo observan este asunto.
No obstante, no es «per sé» meramente la política la cochina (entendida por sucia, deleznable o perversa), sino por quienes la han usufructuado y envilecido, e incluso porqué no decirlo, secuestrada.