Volar
Crónica de amor:
Felipe Zuirta
Maravillosa la vida que pasamos juntos
la fragancia de tu piel y el sonreír de tus ojos
excitaron como cada noche mi imaginación
al igual que los sentimientos en el corazón.
Incluso debo aceptar que me enrojecí
bajo el sol tan intenso de tu mirada
discúlpame por haberme quedado ahí
es que el sabor de tus labios me hicieron volar.
Disfrute cada pecado y sobrevolé en tus manos
penetre en el más mínimo deseo de tu sonrisa
y juntos gozar el mismo viento de las palabras
refrescando mi sed, provocada por el amor del silencio.
Discúlpame, pero volé dentro de tus pecados
eran un largo mar del silencio de tu vientre
y fue donde conocí el abismó de tus secretos
cada signo de tu respiración que marca un tiempo.
Te lo agradeceré mucho y por eso te doy las gracias
porque hoy respiro mi propia vida. Que tiene un sentido
curaste mis alas y calmaste mis dolores del alma
serás mi secreto, mi pecado y mi deseo PRINCESA.
