El Cirineo ayuda a Jesús de Nazaret a cargar la cruz y la Verónica le limpia el rostro, y queda en el manto plasmada  su imagen.

En la séptima estación Jesús de Nazaret, cargando la cruz cae por segunda vez, es acompañado por las Marías, en tanto algunos feligreses se arrodillan, para hacer una reflexión sobre de la vida y muerte de Jesús.

En la novena estación cae por última vez, es acompañado por el buen ladrón Dimas y el mal ladrón Gestas también cargaron su propia cruz, solo lo miraron y después Jesús de Nazaret se levanta y nuevamente carga su madero hasta  el Calvario para su crucifixión.

Jesús de Nazaret  lo despojan de su ropa, en la que se observan las marcas de los latigazos recibidos por los judíos durante  su Calvario.