Manuel Ajenjo
Un fantasma en Palacio Nacional
Fue en la quinta noche de pernoctar en Palacio Nacional, cuando escuchó ruidos extraños que lo despertaron. Con la creencia que alguien se había metido a Palacio Nacional, salió de la recámara presidencial –la primera recámara de la nación— para buscar la procedencia de los ruidos. Podría ser –pensó— un periodista de uno de los medios que no se portan bien, en busca de información oficial y secreta que él supone encontrar en una de las computadoras de mi oficina, sin saber que el verdadero disco duro donde están las acciones gubernamentales que se van a implementar lo teng
Fue en la quinta noche de pernoctar en Palacio Nacional, cuando escuchó ruidos extraños que lo despertaron. Con la creencia que alguien se había metido a Palacio Nacional, salió de la recámara presidencial –la primera recámara de la nación— para buscar la procedencia de los ruidos. Podría ser –pensó— un periodista de uno de los medios que no se portan bien, en busca de información oficial y secreta que él supone encontrar en una de las computadoras de mi oficina, sin saber que el verdadero disco duro donde están las acciones gubernamentales que se van a implementar lo teng