De Frente
Miguel Ángel Mata Mata
Miguel Ángel Mata Mata
El Estado abdicó.
1.
--“Ni quiero. Ni puedo. Ni debo”, respondió un gobernador de Guerrero, hace algunos lustros. Tanto en la entidad, como en Acapulco, gobernaban políticos emanados del Partido de la Revolución Democrática.
Fue una época de frivolidades, vanidades, rencor, venganzas y abulias que nos mostraron su fea cara en La Garita, con una matanza y la posterior aparición de cabezas cercenadas que inauguraron la época, que aún no concluye, de las narco mantas: “para que aprendan a respetar”, se le
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--“Ni quiero. Ni puedo. Ni debo”, respondió un gobernador de Guerrero, hace algunos lustros. Tanto en la entidad, como en Acapulco, gobernaban políticos emanados del Partido de la Revolución Democrática.
Fue una época de frivolidades, vanidades, rencor, venganzas y abulias que nos mostraron su fea cara en La Garita, con una matanza y la posterior aparición de cabezas cercenadas que inauguraron la época, que aún no concluye, de las narco mantas: “para que aprendan a respetar”, se le