COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO
*Víctor Corcoba Herrero/Escritor
*Víctor Corcoba Herrero/Escritor
LA ENZIMA DEL ESPÍRITU
(Nos eleva hacia esa herencia que el Señor ha preparado para todos)
El mundo, ¡ay el mundo!, también tiene su alma,
la que habita en los imperecederos caminantes,
la que mora en sus más sublimes moradores,
más allá de este espacio visible e invisible,
hogar de conciencias, habitación de vivencias,
entretelas que son las que nos pueblan de vida.
Indiviso nace el océano adentro, muy adentro,
íntimamente dentro de sí, abierto a todos,
espiritualmente lo hemos de partir y compartir:
miradas que acarician, recogimientos que se viven,
manos que se abrazan, latidos que se halla
(Nos eleva hacia esa herencia que el Señor ha preparado para todos)
El mundo, ¡ay el mundo!, también tiene su alma,
la que habita en los imperecederos caminantes,
la que mora en sus más sublimes moradores,
más allá de este espacio visible e invisible,
hogar de conciencias, habitación de vivencias,
entretelas que son las que nos pueblan de vida.
Indiviso nace el océano adentro, muy adentro,
íntimamente dentro de sí, abierto a todos,
espiritualmente lo hemos de partir y compartir:
miradas que acarician, recogimientos que se viven,
manos que se abrazan, latidos que se halla