martes, 6 de marzo de 2012

COLABORACIÓN

AAR y la alfabetización

Efraín Flores Maldonado

La lectura y la escritura son elementos que inciden en el desarrollo del pensamiento y la imaginación. Lectura y escritura son el puente por el que se transita de la ignorancia al conocimiento útil y a la génesis cultural.
En México, en 1776, Santiago Palomares publicó «El arte de escribir», en el que ponía letras cursivas para que los alumnos pudieran calcarlas; para 1782, Fernando Velázquez de Lorea y el español Juan Esteban Hernández, son los primeros alfabetizadores de adultos en la ciudad de México; para 1786, Francisco Javier de Santiago publicó su libro «El maestro», para enseñar a leer en 7 pasos, los 2 primeros deletreando y los siguientes silabeando.

La constitución de Cádiz en 1812, establecía en su articulado, que a partir del año 1830, todos los súbditos españoles que desearan ejercer sus derechos políticos de votar y ser votados, deberían saber leer y escribir.
Ello originó que en 1814 el profesor Antonio Mateos estableciera en el Distrito Federal la «Academia de primeras letras para adultos» utilizando los métodos del deletreo y el silabeo. Esa es una síntesis histórica de los esfuerzos alfabetizadores en México.
Guerrero tendrá un proceso difícil en su desarrollo integral, mientras persista el analfabetismo y un número significativo de su población carezca de formación escolar básica.
Institucionalmente la alfabetización es un programa nacional dependiente del INEA; En los estados no depende del gobierno local ni de los secretarios de educación.
En Guerrero, los 300 mil guerrerenses analfabetas más los que todos los días se agregan provenientes de 4 etnias no tienen un horizonte cercano a la escritura y la lectura en el corto plazo pues es notorio que el INEA ha sido incapaz de alfabetizarlos y de canalizarlos exitosamente a su educación básica a la que muy pronto se agregará el bachillerato.
La ineficiencia histórica del INEA está representada por su añeja y compleja burocratización, pero sobre todo por su institucional corrupción.
Listas fantasmas de alfabetizados, certificación de estudios primarios y secundarios tirados a la basura porque no existen los supuestos beneficiarios y gastos de operación que han estado a punto de llevar a la cárcel al menos a uno de sus últimos delegados en guerrero, son la nota fresca en la mente de los guerrerenses.
El INEA se ha ido transformando de elefante blanco a paquidermo color de rosa, cada día más bonito, pero sin dejar de ser ineficiente… inexistente.
En el estado de Hidalgo allá por los años noventas el gobierno local implementando un programa estatal demagógico para «Terminar» con el analfabetismo y mostrar al gobernador como el mesías de la educación; Se gastaron 200 millones de pesos y anunciaron la alfabetización de todos los analfabetos, incluidos los indígenas.
Dos meses después, un estudio sobre los beneficiarios demostró que la mitad de ellos había olvidado la escritura y dejado de leer, simple y sencillamente porque en su medio natural y social tales herramientas no les servían para su vida cotidiana.
En Guerrero hace unos años se hizo un novedoso programa estatal de alfabetización.
Tal proyecto solo sirvió para hacer desayunos, comidas y cenas entre benefactores y teóricos beneficiarios.
La radio y la televisión entrevistaron a los operadores de tal cruzada libertadora.
 Hubo cientos de boletines de prensa y al final el programa fracasó por los mismos vicios genéticos del INEA y solo produjo resultados tan tristes y lastimosos que nunca se publicaron. Hoy se recicla la noticia y el programa.
El gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero anuncia un nuevo esfuerzo para alfabetizar a las 300 mil víctimas del olvido y la ineficacia gubernamental. El intento puede ser exitoso.
Debe serlo y lo será, sobre todo si el gobierno lo desarrolla de manera planificada, crítica, con los recursos científicos, tecnológicos, pedagógicos, operativos y económicos suficientes y competentes.
Para comenzar, en este nuevo proyecto no deben intervenir los que fueron responsables del anterior programa alfabetizador que fue todo un fracaso y un robo cínico de los dineros programados.
Para tal propósito, se debe construir una política pública integral, visionaria, que contemple lo técnico, administrativo, financiero, operativo y sobre todo la sensibilización y argumentación ante los posibles beneficiarios para que acepten el proyecto y se apunten en el mismo.
El proyecto alfabetizador de Angel Heladio Aguirre Rivero debe ser visionario, acumulativo de experiencias pasadas en otros lugares del mundo y México.
Así como vemos este programa es sumamente limitado porque solo ataca al analfabetismo, enseñando a leer y escribir. Ataca el efecto y no las causas que generan analfabetos. Traer un método cubano puede ser positivo, pero insuficiente.
En Cuba el programa alfabetizador de Fidel Castro fue integral.
Se enfocó a la zona geográfica más rezagada ubicada en el monte Turquino, pero era más que enseñar a leer y escribir; Era un programa integral de desarrollo social que incluía la construcción de vías de comunicación, carreteras, teléfonos y telégrafo; centros de salud y dotación de médicos residentes, grupos alfabetizadores y construcción de centros escolares, oficinas de correos para escribir y recibir cartas, actividades culturales y artísticas que son motivadores para que escriban y lean los recién alfabetizados.
Todo esto le está fallando al programa alfabetizador de Angel Heladio Aguirre Rivero; No es suficiente la buena fe, la voluntad política emotiva y publicitaria; lo verdaderamente significativo es ubicar al programa en una política pública realista, crítica, democrática, de visión y participación plural.
No es con formalidades institucionales como se alfabetizará a los guerrerenses; es necesario tener en ese programa a los actores educativos y organizativos competentes y adecuados por su conocimiento de la realidad educativa del estado, por conocer la geografía regional y la geografía… humana.
Más que noticias del programa, lo que urge son los resultados.
Seguramente hay un plan general alfabetizador, pero habría que ver si sus estrategias son las más adecuadas y cuáles son sus metas.
Desde mi modesta condición de ex subsecretario de educación en 3 ocasiones y de doctorante en ciencias de la educación, considero que más allá del plan alfabetizador de Angel Heladio Aguirre Rivero, debería programarse su aplicación en los cinturones de miseria de las 10 ciudades más importantes de Guerrero y en los 10 municipios rurales con mayor número de analfabetas, muy especialmente en Metlatónoc donde más del 80 por ciento de la población es analfabeta. 
Paralelamente debería fortalecerse a la SEG, para que ingresen a la primaria y secundaria todos los alfabetizados y a programas de formación y capacitación para el trabajo y apoyar al IEEJA y al CONAFE para que recuperen a los mayores de 15 años y a los que desertan de la educación básica.
De nada servirá alfabetizar sino se combaten de raíz las causas y condiciones sociales que seguirán generando analfabetas. Es mi crítica y propuesta. Es todo.

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