lunes, 23 de septiembre de 2013

PRINCIPAL DE NOTA ROJA

Existe  indiferencia de alcaldes
por 38 derrumbes Chilapa-Tixtla


Agustín Nava Escobar.-Tan solo en el tramo carretero Tixtla-Chilapa de Alvarez se registran 83 derrumbes, así como hundimientos y destrozos en algunos tramos, pero a pesar de lo grave del problema los alcaldes de ambos municipios han demostrado su incapacidad para resolver el problema.

La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, después del mediodía de hoy lunes, realizó un recorrido, por la carretera federal Chilapa de Alvarez a Chilpancingo, para llegar a ésta última, se puede hacer por el “nuevo” libramiento con caseta gratis, en tanto de Tixtla a la capital hay por lo menos tres derrumbes, eso impide el acceso.
Rocas de gran tamaño y peso, escombro de tierra y ramas, árboles y hundimientos son lo que queda  de este tramo en mención, sin contar que esta carretera que comunica a la Montaña Alta sufrió una pérdida total por otros municipios donde azotó con severidad este fenómeno natural.
Pero lo más desastroso es que quienes gobiernan estos ayuntamientos no tengan el más mínimo interés en apoyar a los damnificados y esperan que el gobierno federal y un poco el estatal se hagan cargo de la atención a quienes por desgracia perdieron su patrimonio y en muchos de los casos, hasta a sus familias.
El alcalde de Tixtla, surgido convenencieramente por el PRD, Gustavo  Adolfo Alcaraz Abarca ha sido un fantasma para los habitantes tixtlecos pues no ha dado la cara a los problemas de la ciudadanía, y menos ahora que el huracán “Manuel” atacó con seriedad esa población.
Incluso ayer cuando fue el gobernador perredista Angel Heladio Aguirre Rivero el edil perredista no tenía un recuento de los daños, no sabía que la laguna se había desbordado y que había inundado el Santuario, Cantarranas y que se habían convertido las calles en ríos por no tener drenaje y de tanta basura que se acumula.
Estas son las autoridades que tiene Tixtla, donde se nota la ambición de enriquecerse a costa de la desgracia y la pobreza de la gente de Tixtla, el alcalde perredista Gustavo Alcaraz Abarca ordenó condicionar la entrega de despensas y otros víveres a los damnificados, así como de las colchonetas que hizo llegar Protección Civil del estado, cobertores y otros insumos.
Mientras el edil del PRI en Chilapa de Alvarez, Francisco Javier García González, se ha negado a atender a los damnificados argumentando que si tienen problemas pues que los arreglen porque el ayuntamiento no tiene dinero para estar haciéndoles casas y manteniéndolos, así de pedante.
Más aún el presidente tiene que pedir opinión y autorización a su esposa que funge como presidenta del DIF para que entreguen los apoyos que van a parar a sus familiares, y aunque parezca infame, las despensas aparecen en las tiendas comerciales.
Con estos problemas en que se han convertido los alcaldes y que afectan más q1ue el propio huracán, la carretera del tramo Tixtla-Chilapa seguir por muchos días con los 83 derrumbes, hundimientos y destrozos de varios tramos.
Cabe hacer mención que en este recorrido también se observó el siniestro de las siembras que los fuertes vientos tumbaron la milpa en muchos sembradíos de Cuauhtenango, La Estacada, Ahuejote, Chilacachapa, Los Terrero, Ojitos de Agua, Omeapa, Plan Guerrero, entre otras.

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