Columnas

Falconario

Jorge Falcón

Una golondrina no hace el verano, reza el adagio. La guerrerense Ruth Zavaleta, no representa la izquierda. Ni se iguala con Benita Galena, en su apoyo, respaldo y solidaridad entre las féminas; muchos menos con María de la O, en relación a la representatividad de las mujeres en éste girón de tierras surianas. No tiene de ambas ni la solvencia moral en su proceder, ni la ética en el decir.

Por lo tanto la nacida en Tepecuacuilco no es la «chucha cuerera» de izquierda que pretenden exponer ante el conglomerado. De que supera a Guadalupe Gómez Maganda Bermeo, de ello no hay duda; pero con las antes mencionadas, es una leperada, Ruth.

La ex diputada federal ha sabido sobrevivir económica y políticamente bajo un apotegma. Porque ella nunca tuvo un inicio humilde y modesto. Pretender aparecerlo, es una falacia y una bribionada, que se estila entre hampones.

La Zavaleta viene con la mesa tendida, arropada entre billetes y si una tarraya mediática, donde «realizará un trabajo» en redes ciudadanas. Esto lo hubiera puesto en práctica, cuando estuvo como presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Hoy es pose. Y quien tiene necesidad de pose, es falso.