PRIMERA PLANA

Condena SIP atentado

a directivos del Noreste

MIAMI.--La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó hoy el atentado perpetrado el pasado miércoles contra Adrián López Ortiz, director general del Grupo Editorial del Noroeste, de México.

La SIP, con sede en Miami, agregó que se abordará la situación de la libertad de prensa en México durante la reunión semestral de la organización que comienza hoy en Barbados.

López Ortiz, director general del Grupo Editorial del Noroeste, fue golpeado por desconocidos que le robaron el vehículo y le despojaron de sus pertenencias en la medianoche del pasado miércoles en Culiacán, en el estado de Sinaloa.

Cuando los desconocidos emprendían la huida, uno de ellos regresó y le disparó en las piernas. López Ortiz, quien se trasladaba del aeropuerto a su residencia en el momento del ataque, fue auxiliado y trasladado a un hospital donde se recupera de las heridas.

Los asaltantes le sustrajeron a López la cartera, un teléfono móvil, el ordenador portátil y la mochila. Según el diario Noroeste de Sinaloa, este ataque se suma a una serie de agresiones contra ese medio en los últimos años.

Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, manifestó su preocupación por el “incremento de las agresiones contra medios y periodistas en México, uno de los temas que analizaremos en nuestra reunión de medio año sobre el estado de la libertad de prensa en las Américas”, que concluye el próximo lunes.

Paolillo, director del semanario Búsqueda de Uruguay, advirtió que, “ante el recrudecimiento de las agresiones contra el Noroeste, no se puede descartar que se trate de otro acto de intimidación”.

En marzo pasado, periodistas del Noroeste de Mazatlán fueron amenazados y conminados a dejar de indagar sobre presuntos nexos de policías municipales con el grupo de seguridad de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, capturado recientemente.

Días después, en las ciudades de Culiacán y Guamúchil, periodistas del rotativo fueron golpeados y despojados de sus equipos por parte de policías ministeriales y estatales.