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Los beneficios del 
plátano o banana


César González Guerrero
 Desde hace miles de años, se sabe que, esta fruta tropical se cultiva en más de 130 países, principalmente en Asia, de donde se dice es originaria, y que a la India se considera como el principal país productor a nivel mundial, en un buen porcentaje para el consumo doméstico; también conocida como banana, rica en fibra y carbohidratos, es de las mas nutritivas ya que combina energía, minerales como el potasio y vitaminas B y B6, y el ácido fólico, que lo convierten en un alimento indispensable en cualquier dieta.

Se considera una fruta curativa que sirve para tratar problemas de salud, inclusive se recomienda para combatir la diabetes y la obesidad, así como para evitar los calambres musculares, anemia, depresión, estrés, ansiedad, hipertensión arterial, insomnio, cansancio, estreñimiento, dolor de cabeza, el cáncer de mama,  entre otros males que afectan la salud de las personas y, por ello, se recomienda comer un plátano diario por la mañana.
También se considera de gran utilidad para desarrollar la actividad física en los niños y deportistas, razón por la que, los árabes y los griegos la consideraban como “un árbol frutal extraordinario” y en la India se le llamó como la “fruta de los sabios”, ya que los hindúes acostumbraban meditar y alimentarse con esta fruta bajo la sombra de esta planta, además es considerado como el símbolo de la fecundidad y la prosperidad.
En la región Costa Chica del estado de Guerrero se pueden observar grandes extensiones de sembradíos de plátano a la orilla de los ríos, destacando mi tierra Copala, como uno de los municipios con mayor producción de plátano, lugar en donde se dice que se produce y se consume el mayor porcentaje del plátano. Se conocen una gran variedad de plátano: macho (más conocido como largo), patriota o tabasco, piña, dominico, manzano, etc. y, al menos en la Costa Chica,  la planta que lo produce no se le llama árbol sino “mata”, de tal manera que se dice “mata e plátano” (o mata de plátano) o simplemente platanal, al sembradío de este producto.
Recuerdo que mi padre, Santa Cruz González Cortés (QEPD), en un buen tiempo se dedicó a la siembra de “matas” de plátano, actividad de la cual aprendimos, no solo a sembrar sino a cosechar y vender, sin duda, una gran enseñanza que jamás vamos olvidar mi hermano Javier y yo. 
Así como también recordar a mi abuela Carlota Cortés (QEPD), que se dedicaba a la compraventa de este producto, allá por años 1960 y, en ese entonces, a muy corta edad, le apoyábamos a colocarlos en enormes tinas para hacerlos madurar con el apoyo del llamado “carbur.”
El plátano no falta en la alimentación de las familias campesinas de la región y sobretodo de Copala, en muchas ocasiones combinando con comidas, como por ejemplo el típico caldo de res (o de vaca), el tradicional caldo de “panza”, y el clásico mole de marrano (o de coche), o simplemente el plátano hervido (gervido), el plátano asado (asao), el plátano frito, o bien el delicioso e inolvidable plátano con leche, “migado” o en trozos, en licuado y el rico atole de plátano. 
Como se podrá observar, el plátano en la Costa Chica, y tal vez en todas las partes del mundo, tiene una gran diversidad alimenticia.
También recuerdo que, en nuestra infancia, mi inolvidable madre, Cohinta Guerrero Aparicio (QEPD), igual que lo hacían otras familias humildes, acostumbraba prepararnos el plátano molido en metate, elaborando una “bola de plátano”, combinando el plátano verde y plátano maduro, el cual lo disfrutábamos a veces “a seca”, “puro” o sea sin ningún alimento y, en muy pocas ocasiones, teníamos la oportunidad de hacerlo acompañado de residuos de chicharrón (llamado “biuche”), o en forma de “machuco” con sal o acompañado de algún tipo de caldo. 
Sin duda, quienes disfrutamos de la vida campirana, estamos muy orgullosos de la alimentación que nos elaboraban nuestras madres, con mucha humildad pero con una gran dedicación y sabor. 
Debo recordar también los momentos agradables de comer la bola de plátano, en una cazuela de barro, untada con manteca de puerco, y nada más, sin utensilios, solo utilizando los dedos de la mano. Igualmente la mencionada leche “migada” con plátano frito, maduro de preferencia. 
Un desayuno inolvidable e inevitable en nuestros tiempos. Reitero en esos tiempos aun no se utilizaban los modernos tendedores o cucharas, todo se hacía con la mano.
En Copala se mencionan, entre otros, los platanales de Pancho González, Daniel García, Jesús León, Raúl Reyes, Ezequiel Rojas, Pedro Figueroa,  Humberto González, Cesar González González, Benjamín Bello, Miguel Mayo, etc. esperando tener la oportunidad de que, en una próxima colaboración, mencionemos a los productores de plátano en la Región. 
Mientras tanto, hacemos un reconocimiento a todos ellos, hombres y mujeres que, con esfuerzo, se dedican a esta importante actividad agrícola, con los mejores deseos para que el Gobierno del Estado y Federal, apoyen con créditos blandos a estas familias campesinas que, seguramente, son parte importantes en la vida económica de Guerrero. Ya veremos.

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