COLUMNA

DESCUBRIENDO...

Bersabeth Azabay Ortíz

Trabajo como burócrata, considero elemental que yo cumpla con mis horarios y mis funciones pues de esto depende que a quien recurre a mí, dé agilidad o solución a su trámite.
Hay muchas vivencias y experiencias que quisiera compartir, pero me referiré a una en especial. Por los horarios laborales que tengo, atender al marido y a los hijos se nos acaba el día y no nos damos tiempo para nosotras mismas, suele pasarme siempre que atiendo a todos y a mí ya no me quedó tiempo para hacerlo.
Recientemente vi un video en las redes sociales, en la que una modelo relata su vida, comparte como ella, a sus 13 años, todo el dinero que ganaba desde muy pequeña como modelo

era para sus padres, después se enamoró y era para el marido, por su tiempo absorbente de trabajo el marido se busca a otra y ella sola…se vuelve a casar y concibe una hija y todo para ellos, el marido las abandona, ella mantiene a su hija, la hija crece, se casa y se va.
Ella al verse sola, se da cuenta que por fin… ha llegado el tiempo de ella, para ella, disfrutar del fruto de su trabajo, haciendo las cosas que le gustan, dándose todo el tiempo que nunca se dio.
¿Acaso hay que esperar nuestros últimos años para vivir?, me pregunte a mí misma después de ver este video, considero que a pesar de todo lo que hacemos no debemos de renunciar a consentirnos, a pensar en nosotras…a vivir nuestra vida que nadie vivirá por nosotros.