NOTA

Esquelas y un parte militar por 2
tragedias en Coyuca de Catalán

Miguel Ángel Mata Mata.--La gente se lo dijo. “Los que extorsionan pertenecen a la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero”.
Abel Montúfar Mendoza, alcalde de Coyuca de Catalán, organizó a la gente y marchó por las calles. Llegó a la comandancia de los policías investigadores y les dijo, megáfono en mano: “Sí queremos a la policía, pero así no”. Por obra y gracia del Espíritu Santo, bajaron las extorsiones y la cal

ma parecía el fin de una esperanza anhelada.
Por eso. Por también haber recibido amenazas, Abel andaba cuidado por un grupo de policías estatales. Dejó la presidencia municipal para buscar convertirse en diputado.
— “Ya me están amenazando a mi gente”, dijo en una arenga al invitar al voto. “Pero vamos a ganar”, gritó para recibir aplausos.
Lo mataron el ocho de mayo. Los policías que le cuidaban no estaban con él.
La tarde del ocho de mayo, en Monte Grande, Coyuca de Catalán, emboscaron y mataron a tres soldados y dos policías estatales. Dejaron a otros dos heridos. Les emboscaron. Iban tras los asesinos de Abel. Les mataron el gallo.
Hubo esquelas. Hubo lamentos. Hubo llantos. Hubo condenas. Hubo minutos de silencio. Todos sintieron golpes en el corazón por lo de Abel.
En la otra tragedia no hubo esquelas.
Nadie les llora. Nadie una esquela. Nadie un minuto de silencio. Nadie condena los golpes al corazón de las madres, mujeres y huérfanos de quienes, dice el parte, son bajas.
Nadie. Nadie ha llorado por Pedro Chávez González, Patricio García Hernández, Raúl Bernal y otros dos, cuyos nombres se han perdido entre los reportes militar y policiaco.
Ellos son el parte militar: tres bajas militares; dos bajas policiacas y dos heridos.
Fue en Coyuca de Catalán un 9 de mayo del 2018. (síntesisdeguerrero.com).