Sin Medias Tintas




Jorge Valdez Reycén


•“El canoso está rabioso”, así le gritan

•Escándalo épico en el Congreso local

•Sánchez Esquivel y la mega corrupción


Alfredo Sánchez Esquivel sumió al Congreso del Estado en una crisis épica, inédita, sin precedente, con actos de corrupción en la Auditoría Superior del Estado, a cargo de Natividad Pérez Guinto, con triangulaciones de recursos con la empresa SUINPAC, de Said Pineda Arroyo y un exdiputado local, así como “moches” de 500 mil pesos a diputados, la demolición de la biblioteca con un costo inflado, una mentirosa consulta a pueblos originarios nunca realizada, entre otros latrocinios.

La estela de corrupción dejada por “el canoso” –así lo apodan-- Sánchez Esquivel parte en todas direcciones. Donde le busque brota “pus”.

Todo afloró cuando la empresa SUINPAC, que supuestamente se encarga de elaborar cuentas públicas y “limpiar” gastos y comprobaciones, comenzó una triangulación de obras, entre ellas la demolición de la biblioteca que se hizo sin un dictamen aprobatorio de la Secretaría de Protección Civil estatal. La empresa entregó un diezmo de 4 millones de pesos en especie de una casa que fue propiedad del astronauta Rodolfo Neri Vela, en el Fraccionamiento 20 de Noviembre. Dicha operación fue objeto de señalamientos públicos en la prensa y redes sociales, profusamente documentada.

Sánchez Esquivel minimizó la acusación y soberbio lo negó todo.

Posteriormente, vino el escándalo de la consulta a los pueblos originarios y afromexicanos sobre la ley de usos y costumbres, misma que NO SE HIZO. Pidió el expresidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso un presupuesto de 10 millones de pesos, pero sólo gastó dos millones. Y la consulta fue simulación y un acto de engaño y mentira. El total era de 20 millones de pesos, pero no se liberó por el desordenado manejo de los recursos.

La ASE fue nido de truhanes, en un doble juego de complicidades y entendimientos soterrados entre “el canoso” y Natividad Pérez Guinto. Ésta última, destinó más de 12 millones de pesos en “autoliquidarse” y entregar fuertes bonos de retiro a su personal de confianza. Este escándalo en la ASE ha sido descubierto por Marco César Peris Peralta Hidalgo, quien ha iniciado una auditoría a la exencargada de ese órgano fiscalizador del Poder Legislativo.

Los rastros de la corrupción continuaron, cuando Alfredo Sánchez Esquivel ofreció al exrector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán ser el Auditor Superior del Estado, pero a cambio de la módica suma de 40 millones de pesos. Por supuesto que Saldaña declinó el grosero e insano ofrecimiento lleno de maldad y perversidad.

Para entonces, el relevo en la Jucopo era un asunto urgente y de obvia resolución, por lo que “el canoso” intentó cooptar a legisladores para que lo ratificaran. Para tal efecto, ofreció 500 mil pesos a cada integrante de su bancada morenista, quedando como un vil traidor y corrupto. Lo abandonado y dejaron solo.

La reacción del entonces líder de la bancada morenista montó en cólera y fue que alguien dijo: “el canoso está rabioso”.

Otra más: ¿Se acuerda que hubo mutilación de palabras en el dictamen aprobado por la anterior mesa directiva enviado al Ejecutivo para su publicación en el Periódico Oficial? Fue “El canoso rabioso” quien alteró el texto y sembró un conflicto entre ambos poderes Legislativo y Ejecutivo.

Más aún: intentó modificar a modo una iniciativa de Ley sobre la minería, con grandes beneficios a los empresarios mineros, a cambio de una millonaria suma que sería repartida entre los legisladores. Ya no se concretó porque fue destituido de la Jucopo. Y más furioso se puso.

La última: el daño moral y patrimonial causado al Congreso por Alfredo Sánchez Esquivel es superior a los 150 millones de pesos y existe el riesgo de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emita un dictamen que ante la negativa del Congreso del Estado de Guerrero en realizar una consulta a los pueblos originarios y afromexicanos sobre la ley de derechos y respeto a los usos y costumbres, todos los diputados y diputadas sean desaforados de inmediato y en su lugar sean llamados sus suplentes. 

De concretarse lo anterior, se vivirá una crisis histórica, nunca antes vivida en el seno del Poder Legislativo guerrerense. De ese tamaño es la corrupción alentada, cobijada por quien ahora podría enfrentar el juicio político de su desafuero, inhabilitación y hasta proceso penal con prisión preventiva en contra de Alfredo Sánchez Esquivel.

¿Devolverá la casa que la empresa le otorgó por los “favores” de obtener una obra de construcción de la biblioteca? No se puede. Hacerlo sería automáticamente declararse culpable.

Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.

#QuédateEnCasa🏡💙

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