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Remar Corazรณn a Corazรณn nos Reanima
JUNTO A LA LLAMADA DEL SEรOR: Sรณlo hay que seguirle, abandonarse y dejarlo todo por รฉl; resistir el oleaje vivencial, para luego poder asistir a la contemplativa del renuevo, a travรฉs del mar de la vida sin miedo. Confiar en Jesรบs nos propaga entusiasmo, nos hace y nos rehace a seguir remando por nuestros interiores; descubriendo y describiendo la cruz como acto de amor infinito, a travรฉs de su victoriosa espiritualidad, tan segura como redentora.
I.- SรLO HAY QUE PONERSE;
ANTE EL SEรOR DE LAS SORPRESAS
Dejemos que Cristo nos acompaรฑe,
nos reconduzca con sus maravillas,
entre en nuestro ser y nos descifre,
con su presencia la ruta del jรบbilo,
que estรก en el desvelo por donarse.
No hay mejor pasiรณn que erguirse,
dejar de lado los tropiezos diarios,
tomar el verbo y vivirlo con Jesรบs;
confiar nuestros vacios mundanos,
a quien nos ama dรกndonos su vida.
Tampoco nos cerremos a lo nuevo,
y de lo celeste no tengamos recelo,
pues no hay contexto que continรบe.
El Altรญsimo todo lo puede cambiar,
es cuestiรณn de abrirnos a รฉl con fe.
II.- SรLO HAY QUE SITUARSE;
ANTE EL SEรOR DE LOS ASOMBROS
La existencia es un perenne รฉxtasis,
un continuado acontecer de pasmos,
que hacen de la realidad un hallarse;
un misterio de fantรกsticas alegorรญas,
y una mรญstica de hondas situaciones.
Lo sustancial estรก en atrapar a Dios,
en dejarse agarrar por sus cadencias,
en alcanzar sus amorosas corrientes,
para no sentirnos solos en el paseo,
viรฉndonos sin pujanza en los pasos.
La mejor marcha estรก en el espรญritu,
en ese impulso orante que nos sitรบa,
como renuevos de un indiviso Padre;
lo que nos lleva a todos a ser la luz,
que nos aclara, esclarece y hermana.
III.- SรLO HAY QUE UBICARSE;
ANTE EL SEรOR DE LAS INVOCACIONES
Situรฉmonos en la vereda del verso,
vivamos la cercanรญa de los latidos,
conjuguemos la pasiรณn con Jesรบs,
que nos revela y nos vela a diario,
para que tengamos la inspiraciรณn.
Es necesidad rogarle al despertar,
para que sus redes nos envuelvan,
nos cubran de esperanza para ser,
el ser de Dios que a Dios regresa,
con la sumisiรณn de transformarse.
Bajo la protecciรณn de las sรบplicas,
todas las peticiones nos vivifican,
mostrรกndonos un nuevo horizonte,
mientras uno le ofrece su corazรณn;
inmerso en lo ingrato, pero lloroso.
Vรญctor CORCOBA HERRERO
08 de febrero de 2025.-
#ExigirleClaudiacumpla.
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