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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Todo en esta vida se supedita a vincularse y a relacionarse. Ademรกs, somos gente en exploraciรณn continua, lo que nos demanda a estimular la responsabilidad en las acciones. La innata disposiciรณn del humano ser a desplazarse, se ha visto impulsada por su papel en el desarrollo econรณmico, pero tambiรฉn desempeรฑa un rol fundamental en el fomento de la concordia. Indudablemente, la realidad del turismo actual, es algo saludable para todos, puesto que facilita el diรกlogo intercultural y la recuperaciรณn de un paรญs tras un conflicto, permitiรฉndonos conocer otras culturas, juntarse con otras gentes y construir tolerancia. Tanto es asรญ, que los paรญses con un periplo abierto y sostenible tienden a ser paรญses mรกs armรณnicos.
El mundo tiene que conciliarse; y, por ello, la resiliencia en el turismo nos insta a conocernos humanamente, ya que sus moradores se pueden identificar segรบn sus estadios, orรญgenes e implicaciones fรญsicas, sociales, mentales y emocionales. Serรก virtuoso, realmente, reencontrase en comuniรณn y en comunidad. Esto nos servirรก para tomar resistencia, fortaleza, adaptaciรณn y superaciรณn. En este sentido, han surgido nuevas propuestas y nuevos hรกbitos globales, que por su carรกcter humanรญstico es preciso alentar. El conocimiento directo de lo que nos rodea nos exhorta a la contemplativa del viaje, a practicar el ejercicio del respeto y la consideraciรณn hacia aquello que nos circunda, lo que hace que nos incentive asimismo la creatividad y se extienda la pulsaciรณn cooperante.
El soplo de la concurrencia pone en movimiento, ademรกs, el intercambio de bienes naturales y culturales que hace la convivencia humana mรกs fraterna y solidaria, experimentando cรณmo el individuo es portador de crecimiento y de bien. Sin embargo, para que esto sea posible es necesaria una concienciaciรณn que evite la improvisaciรณn y la superficialidad. Es importante, en consecuencia, llevar a cabo un anรกlisis persuasivo de educaciรณn en valores del turismo. Jamรกs nos olvidemos de observar a cada persona que viaja, que puede oficiar de embajadora e interactuar con la poblaciรณn local reconociendo tanto la diversidad como los valores que nos unen, injertando un sentir benefactor colectivo.
Sea como fuere, el sector turรญstico es una actividad multisectorial verdaderamente transformadora. Suele activar tanto la creaciรณn de empleo, como la promociรณn de la cultura local. Por consiguiente, en el mundo plural de la movilidad y en un periodo en el que se siguen violando impunemente muchos derechos humanos universales, tenemos que construir la resiliencia a travรฉs de la esperanza y el consenso, porque el turismo adquiere su definiciรณn especรญfica como actividad que se desarrolla durante el tiempo libre. Precisamente, hoy mรกs que nunca se requiere el avance del desarrollo humano integral, el cuidado de nuestra casa comรบn; situaciones que nunca han de darse por sentadas, sino que deben ser propiciadas y aseguradas por cada generaciรณn.
La bรบsqueda de la persona se hace evidente y explicita en el turismo, para satisfacer su deseo de conocer otras gentes y otras culturas, para desarrollar sus capacidades singulares y vivir compartiendo nuevas experiencias, poniendo de relieve la necesidad de promover el desarrollo del turismo resiliente y hacer frente a las crisis, teniendo en cuenta la vulnerabilidad del sector del turismo a las emergencias. En cualquier caso, no se puede vivir sin crisis. Estรก bien que se insista en la importancia de la resiliencia frente a las dificultades, es decir, en la capacidad de afrontarlas positivamente, no sacando pecho, pero si consiguiendo oportunidades de ellas. Desde luego, vivimos un tiempo para el espรญritu que, tampoco debe cesar, ante las complejidades humanas y sus contradicciones.
corcoba@telefonica.net
16 de febrero de 2025.-
#๐๐น๐ช๐จ๐ช๐ณ๐ญ๐ฆ๐๐ญ๐ข๐ถ๐ฅ๐ช๐ข๐ค๐ถ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ข.
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