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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Nunca viene mal, tanto para creyentes como no practicantes, activar en nosotros el itinerario cuaresmal de cuarenta dรญas, al menos para tomar una cogniciรณn mรกs nรญvea y reflexiva, sobre nuestra propia historia por aquรญ abajo; mรกxime en un momento de tantos endiosamientos mundanos, con su siembra de mentiras y maldades. Ciertamente, hoy mรกs que nunca, hay que despojarse de un mundo, donde la igualdad no sea una mera aspiraciรณn, sino una autรฉntica realidad. Quizรกs antes, debamos cerrar todas las brechas, acabar con la pobreza extrema; y, para ello, tenemos que ponernos manos a la obra, trabajar por la igualdad de derechos, ocupรกndonos de la correspondencia de acceso a las oportunidades, a la formaciรณn, la diversidad y la inclusiรณn.
La equidad es una exigencia que hemos de llevarla a buen tรฉrmino. Tanto es asรญ, que no habrรก verdadera concordia entre anรกlogos, sino viene acompaรฑada por el soplo solidario, tan autรฉntico como ecuรกnime. Ojalรก, en este momento meditativo, expulsemos la falsedad de nuestras perspectivas, que es la puerta de todos los males, pues envenena a la humanidad e impide que recibamos el aliento mรญstico de la Cuaresma, que precisamente es un clima de amor a los hermanos. Amar de corazรณn a corazรณn debe ser nuestro propรณsito de reparaciรณn; ya que un movimiento cerrado o encerrado en sรญ mismo, es un pulso perdido, empedrado y endurecido. El lenguaje de nuestro interior estรก universalmente enraizado, es ecumรฉnico, sรณlo se requiere sensibilidad para concebirlo y platicarlo.
En consecuencia, todo aquello que no se cultiva personalmente, se desprecia. De ahรญ, el aluviรณn de actos de terror que sembramos, nacientes del odio y la venganza, sustentados en el menosprecio de la vida del ser humano, siendo un autรฉntico crimen contra la humanidad. Por eso, nos viene bien escucharnos, ahondar en nuestras intimidades, bucear por nuestra biografรญa, hasta sentirnos inspirados para buscar nuevas sendas, evitando los estรญmulos del inmovilismo y de la experimentaciรณn improvisada. Remar mar adentro es tan vital como el agua que nos bebemos a diario o el mismo aire que respiramos para vivir. En efecto, hay que buscar el instante preciso y precioso de reencontrarnos para sentirnos en camino.
Indudablemente, nada es, sino me considero. Ojalรก en este recorrido cuaresmal, echemos las redes de la libertad para abrirnos a la comuniรณn con todas las gentes y en ofensiva de justicia contra los dominadores de este orbe tenebroso. Sin duda, nos vendrรก saludable alejarnos de lo mundano y ahondar en las profundidades de nuestro espรญritu, que es donde verdaderamente se discierne el bien del mal. Interiorizando los efectivos vocablos de la luz, descubriremos que somos latidos en transformaciรณn, รบnicamente nos hace falta, superar el instinto de dominio sobre los demรกs, abriรฉndonos a ese amor de amar amor eterno, que nos enternece y nos trasciende. Pensemos que nunca es tarde para revisar los pasos, descubrir nuestra torpeza y debilidad.
Resulta, por consiguiente, conmovedor ver cรณmo la evoluciรณn de la educaciรณn es una preocupaciรณn global. Cada cual, consigo mismo y con sus semejantes, es una ventana de conocimientos abierta al mundo entero. Hay que dejar sorprenderse, por la capacidad de compartir y de donarse, estando en guardia permanente como amantes de la pulsaciรณn del verbo, que se hace verso y poesรญa a golpe de uniรณn, de conocerse a sรญ mismo y meditar sabiamente. Desde luego, no hay mejor ciencia que la conciencia en rectitud para morar y vivir, bajo el arte del darse y quererse. Por desgracia, en nuestra morada impregnada de moradores individualistas, es necesario que se redescubra la importancia de los vรญnculos, donde el ser es un hacer conjunto, para poder avanzar armonizados. Dicho queda.
corcoba@telefonica.net
09 de marzo de 2025.-
#๐๐น๐ช๐จ๐ช๐ณ๐ญ๐ฆ๐๐ญ๐ข๐ถ๐ฅ๐ช๐ข๐ค๐ถ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ข.
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