๐๐๐ป๐พ๐๐ฒ ๐๐ฟ๐ถ๐๐๐ผ ๐ป๐ฎ๐ฐ๐ถ๐ฒ๐ฟ๐ฎ๐ญ๐ฌ๐ฌ๐ฌ ๐๐ฒ๐ฐ๐ฒ๐ ๐ฒ๐ป ๐๐ฒ๐น๐ฒ๐บ
Aunque Cristo naciera 1000 veces en Belem, aunque predicara otra vez su evangelio de amor, aunque existieran mil iglesias, prestas a petrificar su evangelio <pero sin รกnimo alguno de convertirlo en realidad concreta>.
Aunque volviera a padecer 1000 veces su santรญsima pasiรณn… de nada servirรญa su sacrificio bendito, a pesar de morir por nosotros y retornar de entre los muertos.
Sino muere en nosotros, el gobierno de los instintos y hacemos resucitar en nuestra alma el aliento de sus ideales con una intensa voluntad de constituirlos en verdad viva con nuestros semejantes.
Como la estrella polar que orientรณ a los reyes magos y nos guie para empujar en el trabajo enorme de hacer de este paso por la vida, un eslabรณn hacia Dios y no ocuparlo como instrumento retรณrico y sea un triste disfraz de buenos deseos.
Que dios los acompaรฑe siempre y que prevalezca siempre el imperio de la verdad... ¡cristo viene!... ๐ฃ๐ฎ๐๐๐ฒ๐ป๐ฒ๐.
#๐๐น๐ช๐จ๐ช๐ณ๐ญ๐ฆ๐๐ญ๐ข๐ถ๐ฅ๐ช๐ข๐ค๐ถ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ข.
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crรณnica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.