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Fernando Hinterholzer Diestel
La corrupciรณn en Mรฉxico, en un pacto implรญcito que se realiza mรกs allรก de las leyes, los discursos y las promesas de campaรฑa. No nos encontramos pues, solamente ante un problema del tejido pรบblico que pudiera combatirse รบnicamente con leyes o exhortos pรบblicos, sino ante una estructura de intereses reales que, mientras no se modifique, continuarรก reproduciendo sus propias formas de dominaciรณn y de operaciรณn en la polรญtica cotidiana. En el rรฉgimen polรญtico mexicano, cada presidente ha tendido a erigir su propia elite. Un grupo de beneficiarios integrado por empresarios, contratistas, intermediarios financieros, operadores polรญticos y antiguos aliados que han sostenido, financiado o facilitado su ascenso al poder. Se trata de un cรญrculo de intercambios donde el pago no se hace con “dinero constante y sonante”, sino con “licitaciones arregladas, contratos privilegiados, concesiones ventajosas o impunidad asegurada”. Este hecho no se circunscribe a un gobierno o partido polรญtico: es un sistema que, bajo distintas ideologรญas y estilos de gobierno, ha mostrado la misma lรณgica de “premiar lealtades polรญticas con privilegios econรณmicos”. En este entorno, resulta necesario analizar objetivamente la practica mexicana durante los รบltimos 6 aรฑos. Hay que subrayar que el expresidente puso a la lucha contra la corrupciรณn como uno de los ejes de su gobierno. La narrativa era determinante: “combatir al “cรกncer” que minaba la vida pรบblica y devolver al pueblo lo que le pertenecรญa”. Sin embargo, los resultados fueron exactamente diferentes a lo planeado. En tรฉrminos de auditorรญa y control interno, los mecanismos de supervisiรณn no lograron la autonomรญa ni la fuerza polรญtica y jurรญdica necesarias para frenar la corrupciรณn sistรฉmica. Peor aรบn, en el plano doctrinal, no llegaron a consolidar una cultura polรญtica generalizada en la que la aversiรณn abierta y explรญcito a prรกcticas corruptas fuera norma de conducta.
Un paรญs que congrega tanto poder en la imagen presidencial, pero que esta desprovisto de contrapesos institucionales, estรก inevitablemente condenado al fracaso ya que depende de la disposiciรณn moral del Ejecutivo… en turno. Esto es una postura peligrosa: cuando el liderazgo personal sustituye al control gubernamental, la corrupciรณn encuentra siempre fisuras para cambiar, mutar, sobrevivir e incluso expandirse. La interpretaciรณn es clara: no alcanza con proclamar una “repรบblica honesta” si no se cimenta un sistema que la garantice. El combate frontal a la corrupciรณn necesita, simultรกneamente, un cambio cultural y un andamiaje normativo e institucional que actรบe sin sumisiรณn al poder polรญtico. La honestidad polรญtica nunca ha sido privativa del sistema polรญtico mexicano, desde la fundaciรณn del PRI hace casi 100 aรฑos. En definitiva, la tarea urgente no es solamente delinear una cultura de la honestidad, sino proyectar y aplicar los controles institucionales que aseguren el adecuado uso de las finanzas pรบblicas. Sรณlo cuando el poder estรฉ obligado a actuar bajo la transparencia, y cuando la rendiciรณn de cuentas deje de ser un autoengaรฑo para volverse en una prรกctica efectiva, podrรก decirse que la corrupciรณn dejรณ de ser el lenguaje oculto de la polรญtica mexicana. Hasta entonces, “la aristocracia del poder” continuarรก reconfigurรกndose, gobierno tras gobierno, bajo nuevos esquemas y nombres, pero con la misma avidez. Extraรฑamente, a lo largo de nuestra historia como paรญs independiente, miles de funcionarios, burรณcratas, congresistas, jueces, lรญderes sindicales y polรญticos, pasan misteriosamente a tener estilos de vida y recursos que no van de acuerdo con sus ingresos de vivir del erario. Una vez que prueban las mieles de la riqueza (basadas en la corrupciรณn legal y moral), muchos de ellos hacen su pequeรฑo o gran negocio a costas de su posiciรณn y autoridad. “Su negocio se expande a travรฉs de sobornos, adjudicaciones directas, socios “fantasma” (que puede incluir al crimen organizado), licitadores, moches y exigencias de porcentajes de contratos, que hace aรฑos tenรญan cuotas del 10% y que en algunos casos pueden llegar actualmente al 50% de los totales de las obras adjudicadas”. La nueva cleptocracia 4T, revela su amplio poder adquisitivo con viajes de super lujo, joyas, relojes, ropa, zapatos y comidas que superan por mucho sus modestos ingresos y que, para ellos, es esencial presumir “en sus redes sociales y eventos pรบblicos y privados”. Lo peor de todo es que los mexicanos ven esto como algo natural, dan por sentado que la mayorรญa de los dirigentes, burรณcratas y polรญticos serรกn ricos, y lo aceptan.
Podemos afirmar, que la corrupciรณn ha sido rampante en nuestro paรญs y ningรบn gobierno ha hecho lo necesario para interrumpirla o erradicarla. La mayor parte de los “cleptรณcratas” tienen las colas bien largas que se las pisan los unos a los otros y, en los hechos, no romperรกn el statu quo. A estas alturas resulta evidente que los dichos del ex, “no robar, no mentir, no traicionar” fueron una mรกscara cรญnica para robar, para mentir y traicionar a la gente que votรณ y confiรณ en ellos. Que la gran frase, “primero los pobres” significaba en realidad “primero salgamos nosotros de pobres”. Resultรณ que querรญan el poder no porque detestaran los excesos y la corrupciรณn de los anteriores, “Quรญtate tรบ para que me ponga yo”. La revoluciรณn por la que tanto suspiraron finalmente les hizo justicia a los Morenos.
Durante las รบltimas semanas, la cรญnica demostraciรณn de riqueza de los funcionarios morenistas de todos los niveles, se ha visto desbordada por varios flancos. Con “la ayuda del aparato de inteligencia del propio gobierno, se filtraron a la opiniรณn pรบblica imรกgenes de diputados, senadores, secretarios de despacho y hasta del “junior palenkano”, en distintos paรญses europeos, en lujosos sitios de veraneo en hoteles de cinco estrellas. Pero fueron las imรกgenes de Andy Lรณpez en Japรณn, en un hotel de superlujo, y varias mรกs saliendo de una tienda de ropa fina, con una ayudante llevando las bolsas de sus compras, la que mรกs indignaron a la opiniรณn pรบblica. La apariciรณn simultรกnea de esas imรกgenes “habla de una operaciรณn orquestada”. “Fuego amigo”, le llaman. Imรกgenes para desacreditar a los adversarios de su propio partido, pero el espionaje no lo hizo el Cisen ni siquiera turistas mexicanos que se toparon con estos nuevos “mirreyes”, fue el gobierno estadounidense a travรฉs de la DEA quien se encargรณ de ello y lo filtraron al gobierno de la Dra. Sheinbaum. Desde hace algunos meses, toma fuerza una hipรณtesis que hasta hace poco parecรญa impensable: la implosiรณn del partido en el poder. No por obra de una oposiciรณn brillante —que sigue sin ofrecer alternativa—, sino por el deterioro interno de su estructura, la pรฉrdida progresiva de cohesiรณn, la debilidad presidencial y una suma de presiones internas y externas que estรกn empujando al sistema polรญtico mexicano hacia un nuevo punto de inflexiรณn. Morena, como fuerza dominante, naciรณ como un frente amplio en torno a una figura carismรกtica. Su solidez dependรญa menos de sus principios que de su fundador, y menos de su militancia que de su control territorial.
ES CUANTO
๐ผ๐ฟ๐ฟ๐๐๐ฟ๐๐: En Chiapas, la seguridad y la estabilidad son condiciones esenciales para que los pueblos vivan en paz y prosperen. Ese es el gran reto del gobernador, quien ha reforzada las acciones para fortalecer la seguridad y combatir la corrupciรณn de los policรญas, ahora fue en el municipio de Cintalapa, al detener a un alto mando y 50 policรญas subordinados., en una regiรณn por su dinรกmica migratoria y presencia del crimen organizado.
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