“El Arte y la Memoria” de Leyva: símbolo, resistencia y testimonio


“𝘌𝘭 𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘭𝘢𝘷𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘭𝘮𝘢 𝘦𝘭 𝘱𝘰𝘭𝘷𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘵𝘪𝘥𝘪𝘢𝘯𝘢”. 𝙋𝙖𝙗𝙡𝙤 𝙋𝙞𝙘𝙖𝙨𝙨𝙤
𝗨𝗻 𝗰𝗿𝗲𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗿𝗮í𝗰𝗲𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝗰𝗶ó𝗻
𝘼𝙧𝙖𝙘𝙚𝙡𝙞 𝘼𝙜𝙪𝙞𝙡𝙖𝙧 𝙎𝙖𝙡𝙜𝙖𝙙𝙤 *.CHILPANCINGO, GRO., 04 de Septiembre de 2025.--La trayectoria del maestro Rodolfo Mauricio Leyva es la de un hombre que ha hecho de la palabra, la historia y el arte un compromiso vital. Licenciado en Derecho, poeta, dramaturgo, novelista, investigador y promotor cultural, su vida y obra son testimonio de que la creación artística no es un lujo, sino una necesidad para preservar la memoria y fortalecer la identidad. Nacido en Chilpancingo en 1980, su formación académica y su vocación literaria se han entrelazado con un profundo sentido de pertenencia a Guerrero y con una proyección internacional que lo coloca entre las voces más destacadas de la literatura guerrerense contemporánea.
𝗣𝗥𝗢𝗠𝗢𝗧𝗢𝗥 𝗖𝗨𝗟𝗧𝗨𝗥𝗔𝗟 𝗬 𝗖𝗢𝗡𝗦𝗧𝗥𝗨𝗖𝗧𝗢𝗥 𝗗𝗘 𝗖𝗢𝗠𝗨𝗡𝗜𝗗𝗔𝗗
Más allá de su obra escrita, Leyva ha sido un incansable promotor cultural: conferencista, organizador de festivales, coordinador de presentaciones artísticas y talleres, impulsor de proyectos altruistas y difusor de las raíces guerrerenses. Su participación en foros internacionales, como el Congreso Mundial de Poetas, y los reconocimientos recibidos desde distinciones académicas hasta nombramientos honoríficos son reflejo de una trayectoria que combina talento, disciplina y compromiso social.
𝗘𝗟 𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗬 𝗟𝗔 𝗠𝗘𝗠𝗢𝗥𝗜𝗔: 𝗨𝗡 𝗣𝗨𝗘𝗡𝗧𝗘 𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗦𝗔𝗗𝗢 𝗬 𝗣𝗥𝗘𝗦𝗘𝗡𝗧𝗘
La presentación de El arte y la memoria el 29 de agosto de 2025 en el Club de Leones de Chilpancingo fue más que un acto editorial: fue un llamado a abrir más foros donde la palabra y la creación artística ocupen un lugar central en la vida pública. La obra, que dialoga con piezas icónicas como The Slave Ship de Turner y Guernica de Picasso, ambas son más que pinturas: son denuncias visuales, testimonios de la barbarie y la injusticia. Turner nos confronta con el horror de la esclavitud y la indiferencia humana; Picasso, con la devastación de la guerra y la violencia contra inocentes. Leyva las utiliza como espejos para reflexionar sobre la capacidad del arte de fijar en la memoria colectiva aquello que no debe repetirse.
Por lo que plantea que el arte, ya sea desde el activismo o desde la creación conceptual, fija en la memoria colectiva los momentos que definen nuestra humanidad y nos invita a reflexionar sobre ellos.
La presentación de esta obra se convirtió en un foro vivo de reflexión, análisis e intercambio de ideas. No fue un acto protocolario, sino un encuentro que reafirmó el compromiso de abrir más puertas al arte y la cultura como bienes públicos esenciales. Leyva plantea que el arte, en su dimensión social, es un espejo que devuelve a la comunidad la imagen de sus propias batallas y conquistas, y que la memoria artística es una herramienta para no olvidar lo que nos define.
𝗟𝗔 𝗜𝗠𝗣𝗢𝗥𝗧𝗔𝗡𝗖𝗜𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗠𝗘𝗠𝗢𝗥𝗜𝗔 𝗖𝗨𝗟𝗧𝗨𝗥𝗔𝗟
En un contexto donde la violencia y la inmediatez mediática amenazan con desplazar la cultura del espacio público, figuras como Mauricio Leyva recuerdan que el arte y la memoria son herramientas de resistencia. Su trabajo demuestra que la literatura y las artes no solo embellecen, sino que también educan, cohesionan y dan sentido a la vida comunitaria.
Ya que el arte no es únicamente una manifestación estética, sino un acto de justicia, un ejercicio de historia y un aporte a la memoria colectiva. Su propuesta parte de una convicción profunda: la humanidad resiste y persiste gracias a su capacidad de narrarse a sí misma, de registrar sus luchas y de transformar el dolor en creación.
El arte y la memoria se entrelazan para nutrir la conciencia colectiva. No se trata solo de recordar grandes hitos históricos, sino también de registrar los hechos cotidianos que, sumados, construyen la historia viva de un pueblo. En este sentido, la obra invita a repensar el quehacer social del arte: su capacidad de denunciar, de sanar, de unir y de proyectar hacia el futuro las lecciones del pasado.
𝗘𝗟 𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗗𝗘𝗕𝗘𝗥 𝗬 𝗛𝗘𝗥𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔
El Arte y la Memoria no es solo un libro, es una declaración de principios: el arte debe ser un puente entre generaciones, un archivo de la dignidad humana y un motor de cambio interior y colectivo. En tiempos donde la prisa y la desmemoria amenazan con vaciar de sentido lo que somos, la obra de Mauricio Leyva nos recuerda que crear es también resistir, con la certeza de que el arte sigue siendo un refugio y una trinchera.
El Arte y la Memoria es, en sí mismo, un acto de resistencia cultural que nos recuerda que la belleza y la verdad pueden y deben convivir con la denuncia y la reflexión.
𝗨𝗡 𝗟𝗘𝗚𝗔𝗗𝗢 𝗘𝗡 𝗖𝗢𝗡𝗦𝗧𝗥𝗨𝗖𝗖𝗜Ó𝗡
Mauricio Leyva no solo escribe libros: construye puentes entre generaciones, territorios y sensibilidades. El arte y la memoria es una pieza más en un legado que busca que Guerrero y México se reconozcan en su historia y en su capacidad de crear belleza y pensamiento crítico. Su labor confirma que la cultura es un acto de amor y de resistencia, y que la memoria, cuando se cultiva, se convierte en fuerza transformadora.
“𝘜𝘯 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰 𝘴𝘪𝘯 𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘺 𝘴𝘪𝘯 𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰 𝘴𝘪𝘯 𝘢𝘭𝘮𝘢”. 𝙅𝙤𝙝𝙣 𝙍𝙪𝙨𝙠𝙞𝙣.
*Periodista E-mail periodistaaaguilar@gmail.com
#𝘝𝘢𝘮𝘰𝘴𝘮𝘢𝘭𝘺𝘷𝘢𝘮𝘰𝘴𝘢𝘪𝘳𝘱𝘦𝘰𝘳

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