7 sacerdotes asesinados en once años en Guerrero
Eduardo Yener Santos.CHILPANCINGO, GRO., 7 de octubre de 2025.- Siete sacerdotes han sido asesinados en diferentes partes del estado de Guerrero, del 2014 al 2025.
Como informó Quadratín Guerrero, el último crimen, es el del párroco de la localidad de Mezcala municipio de Eduardo Neri, Bertoldo Pantaleón quien fue asesinado a tiros.
Sobre estos hechos violentos contra clérigos católicos en Guerrero, se suma el atentado contra el padre Filiberto Velázquez quien sufrió un intento de asesinato, en un ataque armado en octubre de 2023, cuando viajaba por la carretera Tixtla-Chilpancingo.
Esta agencia de noticias ha documentado que, de los siete asesinatos a párrocos en Guerrero, la mayoría ha ocurrido entre las regiones Tierra Caliente- zona Centro y Norte del estado.
En febrero del 2014, el padre José Damián Hernández Veloz, párroco de la Villa Nicolás, de la diócesis de Ciudad Altamirano, fue asesinado cuando circulaba cerca de San Antonio de los Libres, municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente.
El misionero Ugandés, John Ssenyondo quien se encontraba en la diócesis Chilpancingo-Chilapa fue secuestrado por hombres armados el 30 de abril del 2014 en el poblado de Nejapa, Chilapa, y sus restos fueron localizados el 28 de octubre del mismo año en una fosa común del municipio de Cocula, cuando se hacían las búsquedas por los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En ese mismo año 2014 pero el 21 de septiembre, fue secuestrado el padre José Ascensión Acuña Osorio, párroco de la iglesia de San Miguel Totolapan. Días después, su cuerpo fue localizado sin vida en el río Balsas, cerca del pueblo de Santa Cruz de Las Tinajas del mismo municipio de la Tierra Caliente.
Otro sacerdote asesinado ese mismo año fue el sacerdote Gregorio López Gorostieta de la diócesis de Altamirano, El padre Goyo, como se le conocía, fue privado de su libertad el 21 de diciembre por personas armadas que ingresaron al seminario de Altamirano y asesinaron al párroco de un balazo en la cabeza.
En el año 2018, los padres Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñiz García fueron asesinados cuando regresaban de la comunidad de Juliantla, municipio de Taxco. El padre Germaín Muñiz pertenecía a la diócesis Chilpancingo-Chilapa, y era párroco en el poblado de Mezcala, Eduardo Neri mismo lugar donde el párroco Bertoldo Pantaleón estaba inscrito. Mientras que el padre Iván Añorve Jaimes era miembro de la arquidiócesis de Acapulco y, era párroco de la iglesia La Sagrada Familia, ahora municipio de Las Vigas.
En las primeras horas del 18 de octubre del 2023, el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, conocido como el Padre Fili, fue atacado a balazos cuando circulaba por la carretera Tixtla-Chilpancingo, del ataque el padre Fili, salió ileso.
De las tres diócesis y una arquidiócesis que existe en Guerrero, la de Chilpancingo-Chilapa ha sido la más polémica porque sus párrocos y obispos han alzado la voz ante los temas de inseguridad y violencia que enfrentan municipios de la zona Centro, Sierra y Norte del estado, regiones donde esa diócesis tiene presencia.
En 2015, a su llegada a la diócesis Chilpancingo-Chilapa, monseñor Salvador Rangel Mendoza ganó notoriedad pública a nivel nacional por sus polémicas declaraciones en relación con la violencia causada por grupos del narcotráfico y, porque acusó que varios políticos guerrerenses tenían relación con grupos delictivos.
Salvador Rangel Mendoza en varias ocasiones declaró públicamente que él en su calidad de obispo tuvo que intervenir para pacificar municipios y en algunos casos para salvar la vida de sacerdotes que presuntamente fueron condenados a muerte por el crimen organizado.
Otro padre de la diócesis Chilpancingo-Chilapa que también ha alzado la voz en temas pe inseguridad, es el padre Filiberto Velázquez Florencio, quien, en febrero del 2024, declaró públicamente que él fue mediador para lograr la tregua entre los grupos delictivos que disputan la capital de Guerrero.
Este martes, tras el asesinato del padre Bertoldo Pantaleón Estrada, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández ha declarado que existe algunas zonas de Guerrero donde los párrocos no pueden ingresar, sin dar detalles de que municipios sean los lugares inseguros, afirmó que si entran ya no salen.
En el caso de Acapulco, el arzobispo Leopoldo González González también hace actividad pública con declaraciones en temas políticos y sociales. Mientras que, en las diócesis de Ciudad Altamirano con presencia en municipios de la Tierra Caliente y la diócesis de Tlapa en La Montaña de Guerrero, hasta el momento se han mantenido al margen de los temas sociales que acontecen en esos municipios.
(guerrero.quadratin.com.mx).
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