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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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La vida nos ha sido donada para vivirla como un deber, no para atormentarla; esto nos exige que trabajemos el reencuentro con nosotros mismos junto a los demรกs, para sanamente celebrar los mรญsticos sueรฑos, que nacen de tener una actitud humana hacia nuestros anรกlogos, despojados de vicios y vacรญos mundanos. Ojalรก aprendamos a reprendernos con espรญritu creativo, haciendo autocrรญtica y no con modelos de vida ilusorios, donde no hay espacio para pensar, lo que contribuye en gran medida a un uso distorsionado de medios en sรญ potencialmente buenos, como las redes sociales, pero enfermizos, cuando se convierten en vehรญculo de mensajes engaรฑosos. Precisamente, por eso es vital la escucha interior, porque precisamos redescubrirnos y ver lo que anida en el corazรณn de cada caminante.
Indudablemente, en cada uno de nosotros radica el manantial de la vida, que es corto y debemos apresurarnos a gozar de รฉl, aunque nos produzca cansancio; pero siempre serรก muy gratificante el esfuerzo, ya que tras la caรญda, siempre surge un nuevo aliento para levantarnos. Bajo este aprendizaje viviente, hasta conseguir la cรกtedra de la vida, habrรก lรกgrimas, pero tambiรฉn sonrisas. Es fundamental, por tanto, compartir lecciones aprendidas, que son oportunidades para sobrevivir. Ahora toca desarmarse y armarse de paciencia, para lograr un mundo mรกs justo y libre, asegurando la innovaciรณn y el uso responsable de los avances en la ciencia y en la tecnologรญa, manteniendo el control humano sobre los aparatos y la inteligencia artificial, poniendo mรกs corazรณn en los lenguajes.
Vivimos mientras nos renovamos, poniendo amor y no artilugios, con la honestidad como desvelo y la entrega como afรกn; pues tampoco, se concibe un desarrollo sin responsabilidad, valores y conciencia. En el fondo, uno ama, porque antes se quiere asimismo. Lo mismo ocurre a la hora de afrontar los desafรญos, se requiere una revitalizaciรณn de la pasiรณn anรญmica. De lo contrario, todo se desmorona en un aluviรณn de inhumanidades, que nos impiden ir hacia adelante, porque tan solo una existencia donada merece ser vivida. Desde luego, en ese desvivirse por vivir, cultivar la belleza es alentador, pero no con modelos estรฉticos efรญmeros y masificadores, mรกs ligados a criterios hedonistas, comerciales y publicitarios, que al desarrollo integral de las personas.
El conocimiento de lo que nos embellece es el verdadero horizonte de la verdad y de la bondad, el primer peldaรฑo o estado moral, para la comprensiรณn de las cosas que son buenas. No olvidemos que somos criaturas frรกgiles y que los errores van con nosotros; de ahรญ, lo importante que es resurgir, pasar pรกgina, levantarse y ponerse en pie, para colmarnos de esperanza, que es lo que asegura nuestro angelical coraje. Lo admirable es que la ciudadanรญa, toda en su conjunto y cada cual desde su quehacer cotidiano, continรบe luchando y creando hermosura en medio de un mundo sanguinario y rencoroso. La perspectiva de lo bello con su visiรณn inmaculada, no sรณlo nos emociona, tambiรฉn nos eleva la mente a nobles aspiraciones. ¡En lugar de armas, activemos poesรญa en el alma!; ganaremos quietud.
La tarea no es fรกcil, pero tampoco imposible. Hay que acercar posiciones a golpe de bajarse y de desprenderse de lo mundano, para llegar al florecimiento de la virtud, engalanada de evidencia. Reconstruyรกmonos, entonces, desde la escucha generosa y el diรกlogo. Estoy seguro que se aminorarรกn las tensiones y los peligros intensificados con los artefactos. A propรณsito, nos alegra que las Naciones Unidas no cesen de celebrar los esfuerzos y la participaciรณn de una serie de agentes que contribuyen a un maรฑana mรกs seguro y pacรญfico a travรฉs de actividades de desarme, control de armamentos y no proliferaciรณn. Sumarse a este honesto brindis humanitario, con el don del idรญlico talento y con hogareรฑo talante, es una armรณnica sintonรญa de uniรณn y unidad, que nos realza como humanidad.
corcoba@telefonica.net
26 de octubre de 2025.-

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