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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol

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La globalizaciรณn nos ha puesto en bandeja de que estamos vinculados entre sรญ, lo que requiere cultivar la convivencia y dejarse acompaรฑar, con la predisposiciรณn de la acogida y el deseo de compartir experiencias. En consecuencia, nuestra primordial tarea es hacer familia, sumar fuerzas y trazar objetivos conjuntos, no vivir los unos contra los otros, sino en el otro, abriรฉndose a nuevos horizontes universales, sin abecedarios que nos enfrenten, ni muros que nos separen, utilizando los lenguajes del corazรณn, que es lo que hace espigar el sentido compasivo. Lo importante reside en no desfallecer, tampoco se trata de vivir de nadie, sino de donarse para que las alianzas sean posibles y la concordia inunde nuestros pasos, ofreciendo el buen poso de la amistad.
En uniรณn y en unidad todo es posible llevarlo a buen tรฉrmino, comenzando por la crisis del hambre actual que no se debe a la falta de alimentos, sino a la desigualdad, los conflictos y las decisiones polรญticas, y acabando por la inseguridad, como es cualquier actividad nuclear que puede dar lugar a una escalada con resultados catastrรณficos. Sea como fuere, no debemos olvidar el desastroso legado de mรกs de dos mil pruebas con dichas armas que se han llevado en los รบltimos ochenta aรฑos. Desde luego, las potencias nucleares deben retirarse, dejar de jugar con el futuro de la humanidad. El mundo precisa de una prohibiciรณn real y vinculante de dichos ensayos, ya que toda persona es titular del derecho inviolable a una vida รญntegra, tambiรฉn desde el punto de vista anรญmico.
Quizรกs tengamos que antes aprender a reprendernos a nosotros mismos, al menos si queremos vivir en el amor y en la verdad, sabiendo que el diรกlogo sincero es el camino hacia el encuentro de unos y de otros, mรกs allรก del odio y el prejuicio. Por ello, en lugar de artefactos, demos abrazos; pongamos alma y no armas, demos aliento y moral y no repitamos los errores del pasado. Ayudรฉmonos a sobrellevar la creciente pobreza, a que cese la multitud de conflictos y el sufrimiento humano generalizado, pongamos el tesรณn en aminorar fuegos injustos que nos destruyen, siendo operarios de esperanza. Jรณvenes y adultos, tenemos un papel concreto que desempeรฑar; hagรกmoslo sin miedo, juntos, podemos demostrar que cuando actuamos en coaliciรณn, conseguimos lograr el cambio.
Es ineludible, por tanto, dedicar un esfuerzo adecuado a la formaciรณn en valores. Aquรญ es fundamental la experiencia del silencio, de la escucha, asรญ como de la contemplativa hacia todo lo que nos rodea. Dejรฉmonos de endiosarnos, bajemos a nuestro interior, compartamos pasos e interroguรฉmonos sin cesar. Pensemos en cuantos trances se podrรญan evitar y resolver asรญ, poniรฉndonos en sintonรญa con los demรกs, mediante el sincero deseo de entenderse y atenderse recรญprocamente. En efecto, las naciones han de fusionarse, ya no sรณlo para desarrollar los marcos que nos permitan convertirnos en una civilizaciรณn multiplanetaria, sino tambiรฉn para evitar la incitaciรณn de afrontar situaciones nuevas con sistemas antiguos.
Cumplamos, pues, con nuestros principios comunes de acoplar pulsos y de hacer las debidas pausas, centrรกndonos en la ciudadanรญa y concentrรกndonos en el esfuerzo de dar vida y de donarla. Ahรญ radica el avance de la generaciรณn, en sumar buenos propรณsitos y mejores quehaceres, hermanados con nuestras diferencias, pero adheridos, siempre. Las divisiones no son buenas para nadie. El รบnico camino posible es la armonรญa, lo que nos demanda un mayor trabajo humanitario como obligaciรณn estรฉtica. De lo contrario, nos volveremos inhumanos y el futuro serรก un autรฉntico infierno de bombas e intereses mundanos. Al fin y al cabo, nos conviene desechad la falsedad y volver a ese orbe autรฉntico; cada cual, con su prรณjimo, para hacerlo prรณximo siempre y tenerlo a nuestro lado.
corcoba@telefonica.net
05 de noviembre de 2025.-
#๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜”๐˜ข๐˜ญ๐˜บ๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜ˆ๐˜ช๐˜ณ๐˜—๐˜ฆ๐˜ฐ๐˜ณ.

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