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Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
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Prolifera por el planeta la inhumanidad, para desgracia colectiva, creyรฉndose con todo el poder del mundo, confiรกndolo al pedestal de la fuerza, con hechos violentos verdaderamente destructivos, incapaces de reconstruir nada, porque sus simientes son de venganza y odio. El testimonio lo tenemos en buena parte del orbe; donde las personas mรกs dรฉbiles suelen liderar abecedarios de entendimiento, pero aรบn siguen enfrentรกndose al racismo y a la intimidaciรณn en las calles, a menudo mientras compaginan el cuidado del hogar y la familia. En efecto, cada dรญa son mรกs los seres humanos indefensos, que se mueven atemorizados y aterrorizados por un ambiente salvaje, sin condescendencia alguna. Precisamente, este empedrado latir, suele tener su origen en la falta de convicciรณn moral. 
Bajo la globalizaciรณn del contexto destructivo, hasta nos quedamos sin corazรณn; puesto que, la ciudadanรญa estรก desafortunadamente llena de discordia. No se trata รบnicamente de que tengamos guerras aquรญ o allรก, es que la violencia en cuanto tal, siempre estรก potencialmente presente, como un endemoniado en guardia constante. La misma discrepancia asume formas terrorรญficas y espantosas, que nos dejan sin palabras. Hay que moderarse, dejรกndose contemplar internamente, para ver que el agua es mรกs fuerte que la roca o que el amor es mรกs enรฉrgico que la ira.  Por tanto, hemos de avivar el deseo de vivir una vida normal. Observemos la triste mirada de esos niรฑos rodeados por el terror y la hecatombe. ¡Reflexionรฉmoslo!, al menos.  
La humanidad tiene el deber de hermanarse, no puede continuar por mรกs tiempo en la decadencia, requiere un cambio de atmรณsfera vital. No podemos consentir que nos inunde la desesperanza, o que la furia se convierta en algo normal, permaneciendo indiferentes. Destruirse uno a sรญ mismo es la deshumanizaciรณn mรกs cruel que una generaciรณn puede aportar. Seamos entusiastas de vida; el buen juicio, no necesita de la barbarie. Volvamos a ser ciudadanos de verbo en verso, personas de bondad y verdad; gentes de bien y concordia, agentes sin miedo a los ideales de los demรกs, autores autรฉnticos de mรญstica creativa, con fe en la misiรณn de amar el amor. Hacer un alto en el camino puede ser un buen propรณsito. Tal vez, entonces, descubramos que la brutalidad sรณlo la frena el perdรณn.
Sea como fuere, si cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque, ten paciencia para que todo pueda corregirse. Nunca vaciles en tender la mano al anรกlogo, como tampoco titubees en aceptar los abrazos que otro te extiende, somos seres en comuniรณn y en uniรณn de pulsos y pausas. Nada avanza por sรญ mismo o por uno mismo, precisa de la unidad, sobre todo en las cosas necesarias; y en todas, siempre la compasiรณn. No tiene sentido, pues, sublevarse por nada. Uno tiene que dignificarse, jamรกs indignarse. La rabieta, como el berrinche, es la actitud de los soberbios que viven, continuamente, con la ilusiรณn de ser mรกs de lo que son. Olvidamos, con demasiada frecuencia, que formamos parte de un mismo tronco, y que mรกs que sentirse poder, hemos de sentirnos poesรญa.
Desde luego, es una pena que todos queramos ser seรฑores y muy pocos servidores, amos y tampoco ninguno el dueรฑo de sรญ mismo,  para aprender a reprendernos, que es como se avanza en concordia. Esto nos exige destronar y derrotar de nuestros horizontes la rabia sembrada, tanto la  enquistada por violencia fรญsica como la inflamada por violaciรณn en las habladurรญas, un grotesco estรญmulo que nos lleva al choque y al furor en la mirada. Sin duda, el momento nos llama a rebajarnos, a no endiosarnos mรกs, para arreglar cuentas propiciadas por la enemistad manifiesta, que nos estรก triturando el alma de rencores y salvajismos. Nos toca poner en valor el quererse los unos a los otros, con espรญritu donante. Serรก una buena tรฉcnica para fraternizarnos y no hundirnos en la maldad.
corcoba@telefonica.net
23 de noviembre de 2025.- 
#๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜”๐˜ข๐˜ญ๐˜บ๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜ˆ๐˜ช๐˜ณ๐˜—๐˜ฆ๐˜ฐ๐˜ณ.

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