๐—”๐—น๐—ด๐—ผ ๐— รก๐˜€ ๐—ค๐˜‚๐—ฒ ๐—ฃ๐—ฎ๐—น๐—ฎ๐—ฏ๐—ฟ๐—ฎ๐˜€


 

๐™„๐™ฃ๐™˜๐™ง๐™š๐™ข๐™š๐™ฃ๐™ฉ๐™ค ๐™™๐™š ๐™ก๐™– ๐™š๐™จ๐™˜๐™ก๐™–๐™ซ๐™ž๐™ฉ๐™ช๐™™ ๐™–๐™˜๐™ฉ๐™ช๐™–๐™ก

 “๐˜Œ๐˜ญ ๐˜ฑ๐˜ญ๐˜ข๐˜ฏ๐˜ฆ๐˜ต๐˜ข ๐˜ฏ๐˜ฐ ๐˜ฑ๐˜ถ๐˜ฆ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜ค๐˜ช๐˜ข๐˜ณ ๐˜ข๐˜ญ ๐˜ด๐˜ถ๐˜ฆรฑ๐˜ฐ ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฃ๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ข๐˜ฅ๐˜ฐ๐˜ณ, ๐˜ฑ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ฆ ๐˜ด๐˜ถ๐˜ด ๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ข๐˜ฅ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ด ๐˜ฉ๐˜ข๐˜ฏ ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ช๐˜ณ๐˜ณ๐˜ข๐˜ฅ๐˜ช๐˜ข๐˜ณ ๐˜ฆ๐˜ฏ ๐˜ฆ๐˜ญ ๐˜ต๐˜ณรก๐˜ฏ๐˜ด๐˜ช๐˜ต๐˜ฐ ๐˜ฑ๐˜ฐ๐˜ณ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ต๐˜ช๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ณ๐˜ข, ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ฆ๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ค๐˜ชรณ๐˜ฏ ๐˜ฅ๐˜ฆ๐˜ญ ๐˜ท๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ด๐˜ฐ, ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ญ๐˜ถ๐˜ป ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ฑ๐˜ข๐˜ป ๐˜บ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ฎรญ๐˜ด๐˜ต๐˜ช๐˜ค๐˜ข ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜ข ๐˜ฎ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ฆ ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฃ๐˜ณ๐˜ฆ, ๐˜ค๐˜ฐ๐˜ฏ ๐˜ช๐˜ฅ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ช๐˜ฅ๐˜ข๐˜ฅ ๐˜ฑ๐˜ณ๐˜ฐ๐˜ฑ๐˜ช๐˜ข; ๐˜ด๐˜ข๐˜ฃ๐˜ช๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ฅ๐˜ฐ ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ฆ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฃ๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ต๐˜ข๐˜ฅ ๐˜ด๐˜ช๐˜ฏ ๐˜ข๐˜ค๐˜ข๐˜ต๐˜ข๐˜ฎ๐˜ช๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ฐ ๐˜ฆ๐˜ด ๐˜ฅ๐˜ฆ๐˜ด๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฅ๐˜ฆ๐˜ฏ, ๐˜บ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ด๐˜ถ๐˜ฃ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฅ๐˜ช๐˜ฏ๐˜ข๐˜ค๐˜ชรณ๐˜ฏ ๐˜ด๐˜ช๐˜ฏ ๐˜ข๐˜ถ๐˜ต๐˜ฐ๐˜ฏ๐˜ฐ๐˜ฎรญ๐˜ข ๐˜ฆ๐˜ด ๐˜ต๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฎ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ฐ”.
=============================
Vรญctor CORCOBA HERRERO/ Escritor Espaรฑol
============================ 
El alarmante aumento de las cadenas de la esclavitud moderna, continรบan atรกndonos las manos, hasta el punto de dejarnos en un estado deplorable, lo que representa una serie de amenazas deshumanizantes, que impiden ser uno mismo, lo que demanda una cuestiรณn de justicia internacional impostergable. Sรณlo hay que ver las รบltimas estimaciones de la Organizaciรณn Internacional del Trabajo (OIT), en la que se hace referencia al trabajo forzoso y al matrimonio forzado. Por cierto, las mujeres y los niรฑos continรบan siendo desproporcionadamente los mรกs vulnerables. En efecto, a poco que observemos a nuestro alrededor, veremos que cada dรญa son mรกs los ciudadanos que no pueden escapar de la opresiรณn, debido a amenazas, violencia, coerciรณn, engaรฑo o abuso de poder.  
Nos hemos globalizado, pero este sometimiento salvaje se da en casi todos los paรญses del mundo y traspasa todas las lรญneas รฉtnicas, culturales y religiosas. Por cierto, mรกs de la mitad (el 52%) de todos los trabajos forzados y una cuarta parte de todos los matrimonios forzados se hallan en paรญses de renta media-alta o alta. Por otra parte, la vejatoria tendencia a juzgar la prostituciรณn como un negocio o una industria, no sรณlo contribuye a la trata de seres humanos, sino que, es la prueba evidente de reducir la sexualidad humana a un mero producto de consumo. Mucha gente no puede ni emanciparse, entiende la vida como una relaciรณn entre dueรฑo y cautivo. Ha llegado, pues, el momento de activar mecanismos globales para prevenir este tipo de inhumanas dominaciones.
Por esta razรณn, considero vital trabajar por aminorar este estado sanguinario, que alimenta el mercado de la tiranรญa naciente, incluso con mรกs fuerza que antes, y tolera el costo humano que deriva de รฉl. De igual modo, en los paรญses menos desarrollados, de los que procede la mayorรญa de las vรญctimas, debiera hacernos repensar esta feroz situaciรณn, activando mecanismos mรกs eficaces que nos saquen de este horror, que suelen ser reproducidos  por redes delictivas que se aprovechan de las personas que no pueden afrontar la indigencia extrema, pues se hallan discriminadas y totalmente degradadas. Uno tiene que hacerse valer y los gobiernos, las empresas, o la misma sociedad civil, deben adherirse para poner fin a esta crisis de una vez por todas.

Precisamente, el prรณximo aรฑo se cumple el centenario de la Convenciรณn sobre la Esclavitud, en que la comunidad internacional, desde este espรญritu universal, se implicรณ sรณlidamente a poner fin al vasallaje en todas sus formas. Un mundo sustentado y sostenido sobre la libertad, la dignidad y la justicia para todos no sรณlo tiene que ser posible, sino que ademรกs es nuestra responsabilidad compartida. La razรณn y no la dominaciรณn del poder deben decidir la suerte de los pueblos. El acuerdo, las negociaciones, el arbitraje y no el ultraje, ni la sangre o la injusticia, deben mediar en las relaciones difรญciles entre semejantes. Es necesario amar la concordia, producir y reproducir aires armรณnicos que nos dignifiquen, que รบnicamente brotan de los espรญritus libres y generosos.
El planeta no puede renunciar al sueรฑo liberador, porque sus moradores han de irradiar en el trรกnsito  por la tierra, la emociรณn del verso, la luz de la paz y la mรญstica de una mente libre, con identidad propia; sabiendo que la libertad sin acatamiento es desorden, y la subordinaciรณn sin autonomรญa es tormento. Quizรกs hoy se comprenda mejor que la mera acumulaciรณn de bienes y servicios no basta para proporcionar la felicidad humana. Y aรบn menos, la disponibilidad de mรบltiples beneficios reales aportados en los tiempos recientes por la ciencia y la tรฉcnica, incluida la informรกtica, traen consigo la liberaciรณn de cualquier forma de esclavitud. Al contrario, si toda esta considerable masa de recursos y potencialidades puestas a disposiciรณn, no es regida por un objetivo moral, se vuelve contra nosotros. 
corcoba@telefonica.net
30 de noviembre de 2025.-
#๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜”๐˜ข๐˜ญ๐˜บ๐˜๐˜ข๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด๐˜ˆ๐˜ช๐˜ณ๐˜—๐˜ฆ๐˜ฐ๐˜ณ.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sacados 3 del "Bar Bar" tirados al rรญo Huacapa

๐—ฅ๐—ฒ๐—ฐ๐—ผ๐—ป๐—ผ๐—ฐ๐—ถ๐—บ๐—ถ๐—ฒ๐—ป๐˜๐—ผ ๐—ฎ ๐——๐—ฎ๐—ป๐˜๐—ฒ ๐—™๐—ถ๐—ด๐˜‚๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ๐—ฎ ๐—š๐—ฎ๐—น๐—ฒ๐—ฎ๐—ป๐—ฎ ๐—ฒ๐—ด๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ฎ๐—ฑ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—œ๐—ฃ๐—ก, ๐—ผ๐—ฟ๐—ถ๐—ด๐—ถ๐—ป๐—ฎ๐—ฟ๐—ถ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ ๐—–๐—ผ๐—ฝ๐—ฎ๐—น๐—ฎ, ๐—š๐—ฟ๐—ผ.

๐—ฃ๐—ฎ๐˜๐—ฟ๐—ถ๐—ฐ๐—ถ๐—ผ ๐™๐™ž๐™˜๐™๐™ค ๐—ข๐—น๐—ฒ๐—ฎ ๐—š๐—ผ๐—ป๐˜‡รก๐—น๐—ฒ๐˜‡