martes, 28 de septiembre de 2010

El regidor priísta de programación y presupuesto de la comuna capitalina, Noé Carachure Giles, entregó cemento y lámparas a Adán Guevara Ramírez, comisario de la comunidad de Zoyatepec, municipio de Chilpancingo.

Columna

Entre la verdad y la ficción
APOCALIPSIS DEL LENGUAJE.
«Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo está reservado para los valientes» -Mahatma Ghandi-
Nuestro mundo moderno y de diseño ha perdido la facultad de decir las cosas por su nombre. Somos eufemistas, estamos parados en el vilo de la sustitución de una palabra o frase por otra para disimular la crudeza, vulgaridad o gravedad de la original, es decir, dulcificación.
Vivimos en un mundo en el que nadie llama a las cosas por su nombre. Decimos que el sabor de un mejunje de tres estrellas michelín tiene un sabor sorprendente, en lugar de decir que sabe mil demonios, llamamos a la eutanasia muerte digna, a los comunistas ecosocialistas, a tu pareja ahora se le llama acompañante, llamamos película familiar a aquella que es para idiotas e incluso hemos cambiado por paciente al enfermo de toda la vida. Nada tiene el nombre que le corresponde porque suena duro o no gusta.