Asesinos seriales
(segunda parte)
Danie Sans
Continuando con la entrevista
Entre la documentación realizada para su trabajo, ¿cuáles son los asesinos que más le impresionaron, puede mencionarnos algunos?
Continuando con la entrevista
Entre la documentación realizada para su trabajo, ¿cuáles son los asesinos que más le impresionaron, puede mencionarnos algunos?
Si uno es una persona normal, es inevitable que estos personajes nos impacten. Ted Bundy da mucho miedo porque es el asesino con cara de ángel, el hombre guapo en el que cualquiera confiaría y que en realidad esconde una ira tremenda que le llevó a matar a al menos 16 chicas jóvenes.
Pero hay asesinos terribles como el colombiano Pedro Alonso López, el Monstruo de los Andes, que asesinó a más de 300 mujeres; Andrei Chikatilo, la bestia de Rostov, que llegó a arrancar a mordiscos pedazos de sus víctimas; el mexicano Ángel Maturino Reséndiz, el Asesino del Ferrocarril, que utilizaba este medio de transporte para huir rápidamente del lugar del crimen y que mató al menos a diez personas en los Estados Unidos; el Asesino de Ancianas de Santander, José Antonio Rodríguez Vega, que se aprovechaba de su buen aspecto para que las mujeres mayores le abrieran la puerta y, una vez en sus casas, las violaba y las mataba con una enorme crueldad y quizá el que más pesadillas nos genera, Jeffrey Dahmer, el Carnicero de Milwaukee, que tenía tanto miedo de quedarse solo que inyectaba ácido clorhídrico en el cerebro de sus parejas sexuales, para
Pero hay asesinos terribles como el colombiano Pedro Alonso López, el Monstruo de los Andes, que asesinó a más de 300 mujeres; Andrei Chikatilo, la bestia de Rostov, que llegó a arrancar a mordiscos pedazos de sus víctimas; el mexicano Ángel Maturino Reséndiz, el Asesino del Ferrocarril, que utilizaba este medio de transporte para huir rápidamente del lugar del crimen y que mató al menos a diez personas en los Estados Unidos; el Asesino de Ancianas de Santander, José Antonio Rodríguez Vega, que se aprovechaba de su buen aspecto para que las mujeres mayores le abrieran la puerta y, una vez en sus casas, las violaba y las mataba con una enorme crueldad y quizá el que más pesadillas nos genera, Jeffrey Dahmer, el Carnicero de Milwaukee, que tenía tanto miedo de quedarse solo que inyectaba ácido clorhídrico en el cerebro de sus parejas sexuales, para