miércoles, 5 de septiembre de 2018

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ARTÍCULO

Virgen de La Natividad
Apolinar Castrejón Marino
Fidel llegó del trabajo de la parcela un poco temprano, pues era día sábado, y además era la fiesta de la Virgen de la Natividad. Se bañó y luego se puso su mejor ropa. Hasta se puso brillantina cuando se peinó, y salió alegremente a ver “que había” en la feria.
Anduvo un rato caminando entre los puestos de baratijas -de esos que llamaban “de varilleros”- luego pasó por los puestos de frutas y se detuvo un rato a ver el desplumadero que hacían los estafadores de la “bolita colorada”, quitándoles su dinero a los parroquianos que trataban de adivinar de las 3 corcholatas “dónde quedó la bolita”. 
Su abuela Dominga ya le había dicho bien clarito que en ese juego nunca gana la gente y que nunca arriesgara su dinero. Así que luego se fue a seguir mirando entre los puestos. Su abuelo le hab