martes, 15 de febrero de 2011

Columnas

Falconario
Jorge Falcón
ANGEL AGUIRRE ANTE EL DRAGÓN
El electo gobernador por cuatro años y siete meses, Angel Heladio Aguirre Rivero, tiene muchos compromisos sociales; deudas políticas, pasivos con sus familiares; pero un endeudamiento para con él mismo. ¿Derecha ó izquierda? Cual sea de ambas, en la aplicación de su política, habrá de definir futuros de muchos y desgracia de él mismo. Saber gobernar, es entender la administración del escaso recurso económico con el que se cuenta en el país; pero, también las múltiples demandas populares que deja el gobierno «comercializador» de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Pervive un gran vacío entre población y gobierno.
Aguirre Rivero, tiene ante si una contienda político-administrativa. Un reto de alta densidad. Por fuera un gran panal de miel; por dentro un intranquilo nervioso e impaciente enjambre de ciudadanos inconformes con el trato altanero y despótico gubernamental del «güero jalisciense». Aguirre Rivero, debe contemplar dentro de su gabinete a empleados que sean eficientes, displicentes y decentes para con la ciudadanía. La sociedad eso demandó en las urnas. Un silencio votando que indica que requiere marcados visos de solución y mejoras en las precarias existencias sociales de los surianos.
Se perdieron seis años, en que los presupuestos económicos se les dieron otros usos, menos los señalados en concordar satisfacción a la ciudadanía guerrerense. Guerrero, no cuenta con eficientes y responsables servicios médicos y centros hospitalarios; carece de escuelas con aulas y materiales educativos deficientes y caducos; ausente centros hospitalarios psiquiátricos; no existen estancias para personas de la tercera edad, menos un asilo de ancianos regional; se dista de contar con un centro de monitoreo de sismos y meteorológico; rediseñar programas para el campo, donde no se cuente con la ingrata presencia de Armando Ríos Piter, Evodio Velázquez, menos con Nabor Ojeda Delgado ó un tal Evencio Romero, cuatreros de la política.
Guerrero para despuntar, requiere de apoyo irrestricto y directo a los cafetaleros, mieleros, mezcaleros, agricultores de maíz, frijol, mango y demás frutas y vegetales. Se perdió mucho tiempo en programitas light, que solo funcionaron en la cabezas hueca de Jorge Alfonso Peña Soberanis, el ecuatoriano José Fernando Donoso Pérez y demás inútiles hombres de empresa, que solo fortalecieron sus quebrados negocios, con el dinero de los surianos.
Angel Heladio Aguirre Rivero, requiere llevar a cabo una asepsia en planes y proyectos sociales. Una fumigación de la fauna nociva que pretende en quistarse en la administración para lucrar con los proyectos federales, que de manera fácil sin un estricto reglamento jurídico, se ha convertido en la danza de los millones de pesos, para avorazados consultores cómplices de funcionarios venales.
Cuenta con solo cuatro años, para llevar a cabo una gran alianza con la gente que le brindó la confianza en el voto, con la sociedad que creyó en sus palabras y lo refrendó en las urnas. De los guerrerenses hastiados, que desean un Guerrero de empuje y realidad. Esa es la tarea primordial de Angel Heladio Aguirre Rivero, lo demás es política barata.
P.D. Tanto del lado de Angel Heladio Aguirre Rivero, como de Manuel Añorve Baños, los dineros para la «gente de a pie», no llegó como debiera ser. Timadores profesionales, cercanos a los candidatos, hicieron gala de sus artes gansteriles, como siempre ladrones.