martes, 5 de julio de 2011

COLUMNA

¿A quién se le antoja usted que deba ser castigado de la administración encabezada por el exgober Chirundo, Zeferino Torreblanca Galindo?, y se dice la palabra castigado, porque el gobernador Ángel Aguirre Rivero advirtió con presentar dos demandas: una penal ante la Procuraduría General de la República, y otra de carácter administrativo ante la Auditoría Superior de la Federación, por la no comprobación del ejercicio del presupuesto público en la Secretaría de Salud y de Educación, desde 2007.
Alguien debe cargar con la culpa histórica de los malos manejos en el periodo del mal recordado ex gobernador que escupía perredistas asnos y dirigentes come mierda. La incógnita la abrió el mismo mandatario estatal en pleno día de clausuras, pues dijo que no acusará a nadie en particular, aunque sí dijo que por la no comprobación, no se han liberado los recursos federales en esos rubros, de este año.
¿A quién echarle la culpa?, ¿quién debe protagonizar el escarnio y pasar la vergüenza de ser fotografiado y exhibido como un delincuente?... el responsable de la administración fue sin duda, Zeferino Torreblanca Galindo, el político-político como se auto calificaba, el de las políticas de avanzada, el único que descubrió los agujeros para las regaderas, ese mismo que ninguneaba a los pobres y se desinfectaba las manos con alcohol luego de saludarlos.
… Pero como que sería demasiado pensar en ver tras las rejas al Jorge Hank Rhon chirundo, la versión suriana perredista, pues no olvidemos bajo ningún motivo, que el hilo se rompe por lo más delgado, y allí la clara muestra del caso Aguas Blancas, quienes pagaron los platos rotos, no fueron los más encumbrados, sino los de baja ralea, esos a los que en los mejores de los casos, les pudieron haber pedido aceptar la culpa a cambio de algún favor.
En el caso específico de las dos secretarías que señaló el mandatario estatal, habló del caso de los medicamentos, de los que faltan 800 millones de pesos por comprobarse, allí no hay mucho que rascar, al menos visto a ojo de águila o sin necesidad de que la policía de la serie televisiva La ley y el Orden requiera trabajar para descubrirlo: los ex titulares de Salud: Rubén Padilla Fierro, Antonio Jaimes, Luis Rodrigo Barrera Ríos, e inclusive la misma subsecretaria, Magaly Salinas.
Pues bueno, allí el planteamiento, y donde si bien no hacía el jefe del Ejecutivo un señalamiento directo, deslizó que de los pecados de la administración gubernamental pasada no iba a pagar sus culpas, y algo más: si encubre las irregularidades, se convertiría en cómplice… pues bueno, todo esto no obstante que casi al arranque de su gobierno había dicho que no iba a hacer cacería de brujas, pues se iba a dedicar a gobernar para los guerrerenses.
Porque debe usted imaginar e imaginar muy bien, que Zeferino Torreblanca no nos hizo de gratis el favor de gobernarnos, pensarlo así se deberá a que o le salpicó algo de lo que tanto se derramó, o porque se es intensamente ingenuo. El gobierno perredista de Zeferino Torreblanca Galindo, no le pidió mucho a los priistas que tanto criticó al arranque de su gobierno, y que durante y al final, los apapachó al grado de heredarles su sabiduría.
Aunque, dicho con toda sinceridad, y con todas las comisiones de la verdad que quieran, ver el cuadro expuesto, suena a un sueño guajiro y a un verdadero acto de onanismo mental, disparate similar el hecho de que Eruviel Ávila exhiba las raterías de Enrique Peña Nieto en el estado de México, pues eso sería morderle la mano a quien le dio de comer y lo hizo ganador. En fin, no cuesta nada soñar, al fin que con sueños y esperanzas nos hemos mantenido.

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