Papagayo...En 36 años de operar el parque “Ignacio Manuel Altamirano”, más conocido como el Papagayo, está en completo abandono, por el gobierno estatal, al no designar a una persona que aporte y no lo vea como botín, se han tenido protestas, la última fue ayer reclamando espacios e impugnando a directivos.
En 1981 fue inaugurado el Parque “Ignacio Manuel Altamirano”, mejor conocido como el Parque Papagayo, es una amplia reserva ecológica, recreativa y turística localizada en el puerto de Acapulco, Guerrero, al sur de México. Tiene un área de 218,000 metros cuadrados y alberga además de extensas áreas verdes y tres lagos artificiales, una gran cantidad de especies exóticas en cautiverio. Por otro lado, el parque cuenta con sitios de recreación infantil y popular como lo son una feria, canchas deportivas, una pista de patinaje, una biblioteca, entre muchos más. Por ser la única y más extensa área verde de la ciudad, es conocido como El pulmón verde de Acapulco. Destacan otros puntos de importancia como lo es el Palacio Municipal de Acapulco en la parte Norte del parque, con acceso público por la Avenida Cuauhtémoc. El parque se localiza dentro del Fraccionamiento Hornos Insurgentes, entre los límites de las zonas turísticas del Acapulco Tradicional y Dorado. Limita al norte con la Avenida Cuauhtémoc, al sur con la Avenida Costera Miguel Alemán, al este con la Avenida Manuel Gómez Morín y al oeste con la Avenida Juan Sebastián Elcano. Posee dos accesos principales, uno por la Avenida Costera Miguel Alemán y otro por la Avenida Cuauhtémoc. Este último, es identificado por una escultura monumental de una piñata, obra del escultor Alberto Chessal. Como se puede leer es un verdadero pulmón verde del paradisiaco puerto de Acapulco, pero lamentablemente ha venido de más a menos en los 36 años de vida, por el descuido de los gobierno estatales, al no poner como director a personas que le tengan amor Acapulco y no lo vean como negocio o botín, por ello hoy en día están las protestas, la última fue ayer lunes reclamando espacios. Resulta que los concesionarios protestaron afuera del parque Papagayo, sobre la avenida Costera, para reclamar que a una semana de denunciar la instalación de un nuevo establecimiento, no han tenido una respuesta. Al mediodía, unas 30 personas se colocaron sobre la vía, frente a la entrada principal y sin bloquear el tránsito, donde con pancartas y gritos manifestaron su rechazo al director del parque, Mario Hernández Zamora. El mismo el presidente de Concesionarios y Arrendatarios del Parque Papagayo, Fernando Aguilar Lagos, dijo que su organización cuenta con 110 afiliados dados de alta ante Hacienda y el notario púbico Robespierre Robles Hurtado, y exigió la salida del director por algunas anomalías y el cobro de algunas zonas al interior del Parque. “Están plagando no nada más los pasillos, sino también las áreas verdes, ya destruyeron el módulo de los primeros auxilios del parque para convertirlo en pizzería pagando mil pesos al mes con un contrato de hasta cinco años, así como a la entrada de La Piñata. Toda la rampa está llena de remolques y puestos ocupando más de 40 metros cuadrados, también pagando mil pesos de renta al mes, incluido el agua y la luz, que ya no abuse, no queremos más abusos al interior del parque Papagayo”. Los manifestantes aseguraron que permanecerán en el lugar hasta que sean atendidos por alguna autoridad estatal y puedan resolver su petición de manera favorable. En realidad no es necesario, cuando se tenga nombrando a la persona idónea y evitar este tipo de espectáculos en plena temporada vacacional de verano, que ya está a punto de terminar. Como se puede leer, ha perdido el verdadero espíritu el parque “Papagayo”, ahora no solo es un desastre administrativo, sino un ecocidio, ya que no hay un director sensible, comprometido con esa parte importante para el puerto. Hasta donde tenemos conocimiento, existe interés del actual gobernador del estado, el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, en atender el espacio e invertirle presupuesto, para su rescate, porque hoy en día siendo honestos, todo está deteriorado, prácticamente en olvido oficial, cuando se supone que debería estar la mano del gobierno estatal. Todo es producto de la falta de mantenimiento, no hay iniciativa para mejorar las instalaciones. Si Astudillo Flores tiene interés en atender esa obra que hiciera posible aquel ex gobernador controvertido y polémico, Rubén Figueroa Figueroa, está en su punto para hacerlo y reivindicarlo, porque hablar hoy en día del parque, es hablar de un total desastre.Habría que recordar que el 1 de marzo de 1979, mediante un decreto del gobernador del estado Rubén Figueroa Figueroa, el predio es expropiado para convertirlo en un parque recreativo para la ciudadanía nombrándolo como Ignacio Manuel Altamirano, en honor al escritor guerrerense. Su proyecto tuvo el asesoramiento de técnicos de Disneylandia contemplando un parque futurista con acceso al mar. Si Astudillo Flores se hace de una buena asesoría y designa al nuevo director, en sustitución del cuestionado y que hasta le hacen manifestaciones Mario Hernández Zamora porque no sabe dirigir ese organismo, entonces indica que las cosas andan mal. Es hora que el mandatario priista se ponga a trabajar en el tema y tiene a la persona ideal para ocupar ese cargo, porque es un hombre preparado académicamente, administrativamente, honesto a carta cabal y sobre todo institucional. Esa persona que nosotros desde nuestra óptica, sin duda responde al nombre de Silvestre Luna Bedolla, licenciado en turismo, egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero. Ha ocupado altos cargos ejecutivos en la industria de la hotelería en varios partes del país, Cancún Quintana Roo, Puerto Vallarta, Jalisco, en Zihuatanejo, en Chilpancingo, operó perfectamente lo que todo mundo conoce como “Conjunto Jacarandas”, que por cierto poco se sabe si hay algún programa de rescate, otra obra del desaparecido gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa. Hace escasamente seis meses, Silvestre Luna Bedolla se acaba de jubilar en la rama de la hotelería después de 30 años de servir a la industria, el último cargo fue la de gerente general del hotel de 5 estrellas de la zona dorada “Casa Inn” en Acapulco. En este momento está gozando de su jubilación, por lo que no sería una mala propuesta para ocupar ese cargo para rescatar y darle vida a ese “pulmón verde” que definitivamente tiene que ser atendido con urgencia antes de que “muera” y si no hace nada Astudillo Flores, será cómplice de una omisión. Pero creemos que el mandatario no habrá de echar al saco roto la propuesta pública y llame a colaborar a Silvestre Luna Bedolla, quien le garantizaría resultados, es más es un hombre con iniciativa, lo único que habría que darle es una oportunidad para demostrar su capacidad, tenacidad y talento porque ese parque lo haría rentable sin que saliera dinero del erario público, porque es suficiente el espacio y con los que ya tienen las concesiones, se pondría a trabajar para ofrecer un parque digno, tal como lo proyectó su creador ex mandatario originario de Huitzuco. Si no lo nombrara y decidiera el mandatario poner a otra persona, habrá de cometer el peor error, nosotros le llamaríamos “Papagayosuicido” porque tiene a la persona ideal en sus manos, solamente basta que lo busque, le comente y le ofrezca ese reto, pues es una persona emprendedora. Además Luna Bedolla es un guerrerense comprometido con su pueblo y en poco tiempo, estaría ofreciendo resultados no al mandatario, sino a su gobierno, que le permitiría presumir que está trabajando y haciendo las cosas bien. Pero si pone a un recomendado que le dore la píldora, doble contra sencillo, de que no habrá rescate, sino que terminará cometiendo un ecocidio. En este momento el parque Papagayo, necesita oxigenarlo con una nueva administración visionaria, una decisión gubernamental con el nombramiento de una persona que sepa administrar perfectamente el espacio, porque es rentable. En estos 36 años han sido pocas las administraciones estatales y directores del parque recreativo que han trabajado para mantener el parque, por ello todavía se tiene ese pulmón verde de Acapulco. La última palabra la tiene el gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores, si quiere pasar a la historia de que rescató y dignificó un espacio importante no solo para los acapulqueños, sino para los visitantes....Despedida...El sábado pasado nos amanecimos con la desagradable noticia de que el amigo de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, había fallecido, el profesor Eugenio Casarrubias Rodríguez, quien estudio, y poco tiempo ejerció el magisterial, también estudio la escuela de derecho. Pero toda su vida la dedicó a la venta de materiales de construcción con la razón social “El Baratero”. Tenía su negocio en la calle principal de la colonia popular “Francisco Javier Mina” de Chilpancingo. Era originario de Chilapa de Alvarez, en donde finalmente fue velado y sepultado. Era un hombre de trabajo, un hombre formal, de palabra, nunca se le cuestionó de que a sus clientes les hiciera triquiñuelas. Eran tan confiable, que había muchos ciudadanos que en un momento dado tenían unos ahorros, anticipaban pagos y en el momento que se requería el material—varilla, cemento, tabique, arena, entre otros—los entregaba de inmediato. Al menos nunca conocimos de algún reclamo, una denuncia pública, por el contrario se ganó el respeto y el cariño, tanto que era más conocido popularmente como “Don baratero”, más que su identidad de Eugenio Casarrubias Rodríguez. Tal vez fuimos pocos que conocimos su faceta de profesor y estudiante de derecho en la Universidad Autónoma de Guerrero. Seguramente fueron pocos los que supieron que había estudiado la escuela normal, y nunca ejerció, porque le gustó más el trabajo de venta de materiales. Con mucho trabajo, instaló su negocio de expendio de materiales en su propio domicilio en donde vivía con su familia. Mediante la siguiente esquela, es como se dio a conocer del fallecimiento del amigo y decía así el mismo 12 de agosto del 2017: “La señora Margarita López Nava, padre, hermanos, hijos nietos y demás familiares participan en el sensible fallecimiento del señor Eugenio Casarrubias Rodríguez, acaecido el día 12 de agosto, el duelo se recibe en la calle Sur número 801, barrio de San Antonio. Misa de cuerpo presente se llevó a cabo el día 13 de agosto del 2017, en la santa iglesia catedral a las 10:30, y los rezos se llevan a cabo a partir de ayer 14 al 21 de agosto a las 5:00 de la tarde en el domicilio de referencia. Las misas serán a las 6:00 de la tarde en la Santa Iglesia Catedral y la misma de los 9 días será el 22 de agosto a las 13 horas en la misma iglesia. La familia Casarrubias López, agradecen sus oraciones por el eterno descanso de su alma”. Desde este espacio nuestra solidaridad y pésame a su esposa la profesora Margarita López Nava, por esta irreparable pérdida, igualmente para el amigo de su hermano, Pedro Casarrubias Rodríguez, otro hombre de trabajo, solidario con todo mundo. Lamentablemente ahora están pasando por esa situación crítica, pero en donde quiera que esté don Eugenio, que Dios lo bendiga y a su familia, resignación. ¡Descanse en paz Eugenio”.
En 1981 fue inaugurado el Parque “Ignacio Manuel Altamirano”, mejor conocido como el Parque Papagayo, es una amplia reserva ecológica, recreativa y turística localizada en el puerto de Acapulco, Guerrero, al sur de México. Tiene un área de 218,000 metros cuadrados y alberga además de extensas áreas verdes y tres lagos artificiales, una gran cantidad de especies exóticas en cautiverio. Por otro lado, el parque cuenta con sitios de recreación infantil y popular como lo son una feria, canchas deportivas, una pista de patinaje, una biblioteca, entre muchos más. Por ser la única y más extensa área verde de la ciudad, es conocido como El pulmón verde de Acapulco. Destacan otros puntos de importancia como lo es el Palacio Municipal de Acapulco en la parte Norte del parque, con acceso público por la Avenida Cuauhtémoc. El parque se localiza dentro del Fraccionamiento Hornos Insurgentes, entre los límites de las zonas turísticas del Acapulco Tradicional y Dorado. Limita al norte con la Avenida Cuauhtémoc, al sur con la Avenida Costera Miguel Alemán, al este con la Avenida Manuel Gómez Morín y al oeste con la Avenida Juan Sebastián Elcano. Posee dos accesos principales, uno por la Avenida Costera Miguel Alemán y otro por la Avenida Cuauhtémoc. Este último, es identificado por una escultura monumental de una piñata, obra del escultor Alberto Chessal. Como se puede leer es un verdadero pulmón verde del paradisiaco puerto de Acapulco, pero lamentablemente ha venido de más a menos en los 36 años de vida, por el descuido de los gobierno estatales, al no poner como director a personas que le tengan amor Acapulco y no lo vean como negocio o botín, por ello hoy en día están las protestas, la última fue ayer lunes reclamando espacios. Resulta que los concesionarios protestaron afuera del parque Papagayo, sobre la avenida Costera, para reclamar que a una semana de denunciar la instalación de un nuevo establecimiento, no han tenido una respuesta. Al mediodía, unas 30 personas se colocaron sobre la vía, frente a la entrada principal y sin bloquear el tránsito, donde con pancartas y gritos manifestaron su rechazo al director del parque, Mario Hernández Zamora. El mismo el presidente de Concesionarios y Arrendatarios del Parque Papagayo, Fernando Aguilar Lagos, dijo que su organización cuenta con 110 afiliados dados de alta ante Hacienda y el notario púbico Robespierre Robles Hurtado, y exigió la salida del director por algunas anomalías y el cobro de algunas zonas al interior del Parque. “Están plagando no nada más los pasillos, sino también las áreas verdes, ya destruyeron el módulo de los primeros auxilios del parque para convertirlo en pizzería pagando mil pesos al mes con un contrato de hasta cinco años, así como a la entrada de La Piñata. Toda la rampa está llena de remolques y puestos ocupando más de 40 metros cuadrados, también pagando mil pesos de renta al mes, incluido el agua y la luz, que ya no abuse, no queremos más abusos al interior del parque Papagayo”. Los manifestantes aseguraron que permanecerán en el lugar hasta que sean atendidos por alguna autoridad estatal y puedan resolver su petición de manera favorable. En realidad no es necesario, cuando se tenga nombrando a la persona idónea y evitar este tipo de espectáculos en plena temporada vacacional de verano, que ya está a punto de terminar. Como se puede leer, ha perdido el verdadero espíritu el parque “Papagayo”, ahora no solo es un desastre administrativo, sino un ecocidio, ya que no hay un director sensible, comprometido con esa parte importante para el puerto. Hasta donde tenemos conocimiento, existe interés del actual gobernador del estado, el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, en atender el espacio e invertirle presupuesto, para su rescate, porque hoy en día siendo honestos, todo está deteriorado, prácticamente en olvido oficial, cuando se supone que debería estar la mano del gobierno estatal. Todo es producto de la falta de mantenimiento, no hay iniciativa para mejorar las instalaciones. Si Astudillo Flores tiene interés en atender esa obra que hiciera posible aquel ex gobernador controvertido y polémico, Rubén Figueroa Figueroa, está en su punto para hacerlo y reivindicarlo, porque hablar hoy en día del parque, es hablar de un total desastre.Habría que recordar que el 1 de marzo de 1979, mediante un decreto del gobernador del estado Rubén Figueroa Figueroa, el predio es expropiado para convertirlo en un parque recreativo para la ciudadanía nombrándolo como Ignacio Manuel Altamirano, en honor al escritor guerrerense. Su proyecto tuvo el asesoramiento de técnicos de Disneylandia contemplando un parque futurista con acceso al mar. Si Astudillo Flores se hace de una buena asesoría y designa al nuevo director, en sustitución del cuestionado y que hasta le hacen manifestaciones Mario Hernández Zamora porque no sabe dirigir ese organismo, entonces indica que las cosas andan mal. Es hora que el mandatario priista se ponga a trabajar en el tema y tiene a la persona ideal para ocupar ese cargo, porque es un hombre preparado académicamente, administrativamente, honesto a carta cabal y sobre todo institucional. Esa persona que nosotros desde nuestra óptica, sin duda responde al nombre de Silvestre Luna Bedolla, licenciado en turismo, egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero. Ha ocupado altos cargos ejecutivos en la industria de la hotelería en varios partes del país, Cancún Quintana Roo, Puerto Vallarta, Jalisco, en Zihuatanejo, en Chilpancingo, operó perfectamente lo que todo mundo conoce como “Conjunto Jacarandas”, que por cierto poco se sabe si hay algún programa de rescate, otra obra del desaparecido gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa. Hace escasamente seis meses, Silvestre Luna Bedolla se acaba de jubilar en la rama de la hotelería después de 30 años de servir a la industria, el último cargo fue la de gerente general del hotel de 5 estrellas de la zona dorada “Casa Inn” en Acapulco. En este momento está gozando de su jubilación, por lo que no sería una mala propuesta para ocupar ese cargo para rescatar y darle vida a ese “pulmón verde” que definitivamente tiene que ser atendido con urgencia antes de que “muera” y si no hace nada Astudillo Flores, será cómplice de una omisión. Pero creemos que el mandatario no habrá de echar al saco roto la propuesta pública y llame a colaborar a Silvestre Luna Bedolla, quien le garantizaría resultados, es más es un hombre con iniciativa, lo único que habría que darle es una oportunidad para demostrar su capacidad, tenacidad y talento porque ese parque lo haría rentable sin que saliera dinero del erario público, porque es suficiente el espacio y con los que ya tienen las concesiones, se pondría a trabajar para ofrecer un parque digno, tal como lo proyectó su creador ex mandatario originario de Huitzuco. Si no lo nombrara y decidiera el mandatario poner a otra persona, habrá de cometer el peor error, nosotros le llamaríamos “Papagayosuicido” porque tiene a la persona ideal en sus manos, solamente basta que lo busque, le comente y le ofrezca ese reto, pues es una persona emprendedora. Además Luna Bedolla es un guerrerense comprometido con su pueblo y en poco tiempo, estaría ofreciendo resultados no al mandatario, sino a su gobierno, que le permitiría presumir que está trabajando y haciendo las cosas bien. Pero si pone a un recomendado que le dore la píldora, doble contra sencillo, de que no habrá rescate, sino que terminará cometiendo un ecocidio. En este momento el parque Papagayo, necesita oxigenarlo con una nueva administración visionaria, una decisión gubernamental con el nombramiento de una persona que sepa administrar perfectamente el espacio, porque es rentable. En estos 36 años han sido pocas las administraciones estatales y directores del parque recreativo que han trabajado para mantener el parque, por ello todavía se tiene ese pulmón verde de Acapulco. La última palabra la tiene el gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores, si quiere pasar a la historia de que rescató y dignificó un espacio importante no solo para los acapulqueños, sino para los visitantes....Despedida...El sábado pasado nos amanecimos con la desagradable noticia de que el amigo de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, había fallecido, el profesor Eugenio Casarrubias Rodríguez, quien estudio, y poco tiempo ejerció el magisterial, también estudio la escuela de derecho. Pero toda su vida la dedicó a la venta de materiales de construcción con la razón social “El Baratero”. Tenía su negocio en la calle principal de la colonia popular “Francisco Javier Mina” de Chilpancingo. Era originario de Chilapa de Alvarez, en donde finalmente fue velado y sepultado. Era un hombre de trabajo, un hombre formal, de palabra, nunca se le cuestionó de que a sus clientes les hiciera triquiñuelas. Eran tan confiable, que había muchos ciudadanos que en un momento dado tenían unos ahorros, anticipaban pagos y en el momento que se requería el material—varilla, cemento, tabique, arena, entre otros—los entregaba de inmediato. Al menos nunca conocimos de algún reclamo, una denuncia pública, por el contrario se ganó el respeto y el cariño, tanto que era más conocido popularmente como “Don baratero”, más que su identidad de Eugenio Casarrubias Rodríguez. Tal vez fuimos pocos que conocimos su faceta de profesor y estudiante de derecho en la Universidad Autónoma de Guerrero. Seguramente fueron pocos los que supieron que había estudiado la escuela normal, y nunca ejerció, porque le gustó más el trabajo de venta de materiales. Con mucho trabajo, instaló su negocio de expendio de materiales en su propio domicilio en donde vivía con su familia. Mediante la siguiente esquela, es como se dio a conocer del fallecimiento del amigo y decía así el mismo 12 de agosto del 2017: “La señora Margarita López Nava, padre, hermanos, hijos nietos y demás familiares participan en el sensible fallecimiento del señor Eugenio Casarrubias Rodríguez, acaecido el día 12 de agosto, el duelo se recibe en la calle Sur número 801, barrio de San Antonio. Misa de cuerpo presente se llevó a cabo el día 13 de agosto del 2017, en la santa iglesia catedral a las 10:30, y los rezos se llevan a cabo a partir de ayer 14 al 21 de agosto a las 5:00 de la tarde en el domicilio de referencia. Las misas serán a las 6:00 de la tarde en la Santa Iglesia Catedral y la misma de los 9 días será el 22 de agosto a las 13 horas en la misma iglesia. La familia Casarrubias López, agradecen sus oraciones por el eterno descanso de su alma”. Desde este espacio nuestra solidaridad y pésame a su esposa la profesora Margarita López Nava, por esta irreparable pérdida, igualmente para el amigo de su hermano, Pedro Casarrubias Rodríguez, otro hombre de trabajo, solidario con todo mundo. Lamentablemente ahora están pasando por esa situación crítica, pero en donde quiera que esté don Eugenio, que Dios lo bendiga y a su familia, resignación. ¡Descanse en paz Eugenio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.