miércoles, 12 de septiembre de 2018

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Fracasó Plan Peña a 5 años
de  daños Ingrid y Manuel
Javier Francisco Reyes.—A menos de 24 horas de que se cumplan cinco años de la devastación  por la tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid”, se consumó el total fracaso del “Plan Nuevo Guerrero” (PNG) que puso en marcha el presidente Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional y muchas familias damnificadas sigue esperando su vivienda prometida.
El estado de Guerrero fue de los más devastados por el dúo fenómeno meteorológi
co que comenzó en la noche del 13 de septiembre del 2013 y continuaron las lluvias durante una semana, eso generó que estuviera varias veces y en distintos punto del estado el mandatario nacional Peña Nieto, entre ellos Acapulco y Chilpancingo.
Sin embargo sus discursos se quedaron anegados en Guerrero, puesto que a la distancia de cinco años de los destrozos, muchas familias siguen esperando se cumplan esas promesas que repitió muchas veces Peña Nieto, quien le faltan escasamente dos meses y medio para que se termine su sexenio.
En Chilpancingo, se construyeron viviendas, el más numeroso el fraccionamiento “Nuevo Mirador”, pero años después por su pésima edificación, se determinó que por lo menos 32 viviendas  serían demolidas.
Con esto se consumó el fracaso del “Plan Nuevo Guerrero”, que implementó el Gobierno Federal en 2013 para reubicar a miles de familia damnificadas por la tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid”.
Las viviendas que fueron construidas con material deficiente y sobre terreno arcilloso, según un dictamen de la Secretaría de Protección Civil del Estado, debieron ser demolidas ya que representaban no solo un riesgo para quienes las habitaran, sino para las viviendas en la parte de abajo.
La encargada de despacho de la Delegación en Guerrero de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, Alma Aurora Jiménez, informó que se iniciaría con la demolición, se ha hecho con mucha lentitud.
En el sitio donde se encuentran las casas dañadas, no se volverá a construir, y quedará como área verde y de protección al resto del fraccionamiento, “el terraplén que está ahí se va reforzar, ahí no vivía nadie, no habían sido asignadas a nadie, en virtud de que ya sabíamos que tenían un problema estructural”.
De manera temporal, 40 familias que habitan en la manzana contigua a la que se demolieron, fueron albergadas en un refugio que se habilitó en el mismo fraccionamiento, para evitar ponerlos en riesgo mientras dure el uso de maquinaria pesada, informaron las autoridades.
También el fracaso del “Plan Nuevo Guerrero”, no fueron concluidos en la mayoría de los fraccionamientos, como es el caso del Balzamar, Azinyahualco, El fresno, Papagayo, Chichihualco, y en otras comunidades ni siquiera inició como en San Vicente y Chicahuales.
Las empresas responsables abandonaron las construcciones llevándose el recurso que se les había asignado, o algunos fraccionamientos que fueron terminados casi en su totalidad aun no cuentan con servicios, lo cual correspondía a los municipios, pero tampoco han hecho su parte.
Por parte de la Sedatu, hay presentadas ante la Procuraduría General de la República (PGR) al menos 27 denuncias en contra de empresas que no terminaron sus trabajos, pero según la delegada provisional tienen contemplado que para el mes de noviembre la reconstrucción quede terminada al menos a un 95 por ciento.
Problemas como estos se presentaron en toda la entidad donde hubo damnificados, pero se acentuó en la Región de la Montaña, en Chilpancingo y Acapulco.

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