jueves, 11 de julio de 2019

COLUMNA

De Frente.
Miguel Ángel Mata Mata
Es la economía, estúpido
 “La economía, estúpido” (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre), que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos.
Poco antes de las elecciones de 1992, Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos, fundamentalmente debido a sus éxitos en política exterior. Su popularidad había llega
do al 90 % de aceptación, un récord histórico. 
En esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Con el fin de mantener la campaña enfocada en un mensaje, Carville pegó un cartel en las oficinas centrales con tres puntos escritos:
•Cambio vs. más de lo mismo.
•La economía, estúpido.
•No olvidar el sistema de salud.
Aunque el cartel era solo un recordatorio interno, la frase se convirtió en una especie de eslogan no oficial de la campaña de Clinton, que resultó decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes
LOS PROGRAMAS ECONÓMICOS EN MÉXICO
Recientemente, Lorenzo Meyer escribió en El Universal algunos datos históricos que nos llevan a poner en duda el slogan de la Cuarta Transformación, usado por el presidente de México y a sostener que no tienen idea de lo que es economía.
La renuncia del secretario de hacienda, Carlos Urzúa, ha evidenciado que el actual gobierno no cuenta con capacidad de escuchar planteamientos razonables que difieran de la manera de pensar del presidente.
“Yo redacté el plan nacional de desarrollo (Urzúz) tuvo diferencias con Romo y conmigo”, sostuvo el jefe del ejecutivo el miércoles en su mañanera exposición a los reflectores.
¿Qué sabe el presidente de economía?
1.
NUESTRA HISTORIA EN MATERIA DE ECONOMÍA
Monarquismo y proteccionismo fueron la base del Imperio Español en América Latina.
Esas costumbres sobrevivieron en México hasta la restauración de la República, cuando el liberalismo proveniente de España, dio un golpe de timón. 
En lo político, recordemos las Cortes de Cádiz, base de las Constitución Mexicanas de 1824 y 1857, que tuvieron influencia del liberalismo de la ilustración francesa.
Morelos tomó como ejemplo el modelo liberal francés para redactar los Sentimientos de la Nación.
Hubo influencia en el modelo de Reino Unido, cuna del parlamentarismo y de donde México tomó el modelo de dos cámaras de representantes: la de senadores (los Lores, les dicen allá) y de diputados (Los Comunes, les dicen allá).
La mayor influencia, sin embargo, vino del Norte, con el modelo presidencialista, inaugurado por Benito Juárez quien, como dice el danzón, si no hubiese muerto, habría vendido todo el territorio mexicano a su protector político, económico e ideológico: Estados Unidos.
Hasta aquí el origen de nuestras leyes, cuya ausencia de un modelo económico fue causa de a sonadas, revoluciones, revueltas y la pérdida de más de la mitad del territorio. Muchas leyes, nula economía.
2.
La República restaurada por Porfirio Díaz volteó, otra vez, a Europa y devino en un liberalismo económico, mas no político, con una dictadura personal y una oligarquía con preferencias al positivismo francés.
Ésta fue la única etapa histórica de México cuyo poder económico estuvo a la par del vecino expansionista del norte. Fue Díaz quien frenó la política Monroe que decía que América es para los americanos… pero los americanos del norte.
3. 
La Revolución Mexicana tomó como base la Constitución liberal del 1857 e hizo un champurrado con ideas como las corrientes socialistas anarquistas y mutualistas, el agrarismo zapatista, las colonias agrícola-militares de Villa, el indigenismo y el nacionalismo.
Eso degeneró en un sistema autoritario, corporativo y de partido de Estado, que instauró en lo económico, y tras la Segunda Guerra Mundial, el proteccionismo y la “economía mixta”, como la vía para modernizar el país.
Ya sabemos lo que dejó la economía mixta. El extremo de la locura fue la frase de ya saben quién: “Ya nos saquearon. No nos volverán a saquear”, dicha con llanto ante el pleno de los diputados, quienes aplaudieron a rabiar el sentimentalismo irracional de aquel  presidente.
4.
Ese modelo autoritario mostró sus deficiencias políticas en 1968 y económicas en 1982, cuando colapsó, dando paso a los tecnócratas, quienes dieron paso al capitalismo neoliberal, sintetizado por el “Consenso de Washington” de 1990, que da primacía al libre mercado y retracción del Estado en materia de economía.
Menos Estado, más mercado, se podría sintetizar y llegó a su clímax con la firma del Tratado de Libre Comercio en 1992, entre Canadá, Estados Unidos y México, metiendo a nuestro país, de lleno, al mundo económico mundial. Es decir, a la globalización.
Ha sido ese modelo el causante de la renuncia del señor Urzúa, y más de una decena de funcionarios que se van dejando tras de sí cartas reveladoras de la ignorancia supina con que se pretende manejar la economía del país. 
5.
En 2018, se puso fin a un sistema económico con un gran déficit de legitimidad y que no cumplió con bajar la riqueza hacia abajo. Tan sólo se enriquecieron el 0.01% de la población lo que, combinado con el nacionalismo agresivo del presidente de Estados Unidos, nos llevó a elegir a un presidente nacionalista muy parecido, en sus desplantes, al gringo.
El autor de la caída electoral de aquel sistema promete erradicar dos grandes pilares del pasado: el autoritarismo, con democracia, según dice él, y al neoliberalismo … pero ¿Cómo? ¿Cómo le va a hacer? ¿Cómo o con qué modelo económico lo va a sustituir? ¿Con voluntad? ¿Con asambleísmo a mano alzada? 
Hasta el momento se ha prometido eliminarlo, pero no hay claridad en cuanto a la opción económica. Se ven rasgos de un Estado como eje central en el proceso de desarrollo económico y social, pero… no hay claridad en materia de economía.
Hasta ahora, el vacío económico, dejado por la ausencia de la ideología neoliberal, da como resultado pugnas internas dentro del Movimiento de Regeneración Nacional y su gobierno, mas no un proyecto claro para el desarrollo del país.
La renuncia de Carlos Urzúa, redactada en un leguaje claro, sintetiza que no podía admitir imposiciones de quienes no tiene conocimiento de la hacienda pública. El presidente así lo ratificó el miércoles por la mañana: “hubo diferencias”, sostuvo.
Es ese el problema actual de México. La economía.
DE OTRAS COSAS QUE SON UN PRIMOR
El grupo mayoritario del Movimiento de Regeneración Nacional, en el Senado de la República, prepara el relevo de la mesa directiva. Todo apunta que la pelea por suceder a Martí Batres será cosa de mujeres.
La primera opción de los morenistas es elegir a la senadora con licencia, Olga Sánchez Cordero. Pero ella es secretaria de gobernación. Impensable su renuncia, luego de 14 dimisiones en siete meses, y el golpe a la línea de flotación al buque de MORENA, con la renuncia de Urzúa.
Las otras opciones, conste, de MORENA, son: Verónica Camino Farjat, del Partido Verde Ecologista de México; Sasil de León, del Partido Encuentro Social o la priísta Beatriz Paredes Rangel.
¡Qué primor!
Ha sido Manuel Añorve quien ha sostenido que los senadores del PRI influyeron para dar legitimidad al proyecto morenista de seguridad pública. La Guardia nacional, como la conocemos hoy, tiene su origen en las modificaciones que hicieron los priístas a la propuesta original.
Ahí, en el Senado, se escuchó a las oposiciones y se actuó en consecuencia. ¿Será posible, algún día, que el presidente acepte que los otros datos que él tiene están errados?

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