COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

-.¿Hay algo que festejar por el Día del Maestro?...

-.Quien asigna los salarios de un maestro son las autoridades…

-.Los Convenios de Automaticidad, un ardid para eliminar prestaciones del magisterio…

¿Hay algo que festejar por el Día del Maestro?; desde hace varias décadas se ha designado al 15 de mayo para festejar a todo aquel ser humano que se encierra en un salón de clases, por lo general de unos 24 metros cuadrados con, cuando menos, 30 niños de diferentes familias, de diferentes estratos sociales, con su

propios problemas, tanto personales, sociales y hasta familiares; “cada cabeza es un mundo” suelen decir y nosotros, jugando con las palabras, pudiéramos decir que “cada familia es un mundo, una historia, un cuento, una novela…”; muchos de nosotros juzgamos a los maestros de manera superficial, tan sólo con verlo impartir su clase o su comportamiento dentro de la escuela; muchas de las veces lo catalogamos de lo peor, pero jamás tomamos en cuenta que, al igual que nosotros, es un ser humano y, por ende, con sus errores y aciertos, con su propio mundo social y familiar; en la actualidad, las autoridades –coludidos con los poderes fácticos –se han encargado de satanizar al magisterio; por ahí vemos a un Carlos Loret de Mola y un Javier Alatorre, ambos de la mano de su maestro, Joaquín Lópezdóriga, denostando de manera amargada a los trabajadores de la educación, hurgando en las entrañas de la Secretaría de Educación Pública, SEP, para “sacar a la luz pública” las tranzas y demás canonjías que tiene el magisterio; recientemente salieron con el brete de una información, en el sentido de que hay 70 maestros que ganan –salarialmente hablando –más que el ignorante presidente de la República, Enrique Peña Nieto; uno de ellos, más de 645 mil pesos mensuales, al que identificaron como Armando Ramírez Zenteno, del estado de Oaxaca, quien se dedica a la investigación y está, al parecer, en la última letra de Carrera Magisterial, pero a los cuchufletos “periodistas” se les olvida que quien asigna los salarios de un maestro son las propias autoridades, sean federales o estatales; imagínese usted, amable lector, si cada quien tuviera la facultad de autoasignarse su sueldo –así como lo hacen los magistrados, los senadores, los diputados, los gobernadores, los presidentes y hasta los del IFE, ahora INE –¿cuánto le gustaría ganar?, seguramente no los mil 500, los mil 800 ó los 3 mil 500 pesos que le pagan, o ¿sí?; ¡¡¡Claro que no!!!, al menos a nosotros –cuando menos –nos gustaría tener un salario de 30 mil pesos mensuales, considerándolo justo para el trabajo que realizamos que, a decir verdad, es sumamente gratificante y de enormes satisfacciones; lo peor de todo es que esa firma de los “Convenios de Automaticidad” no es otra cosa que un ardid del gobierno para eliminar las prestaciones salariales del magisterio, logradas en cada entidad federativa, recordemos que en Guerrero tenemos 90 días de aguinaldo, un bono a la constancia y el 3% salarial anual acumulable que no llega ni a los 2 mil pesos, el cual es pagado en la tercera semana del mes de agosto; vale saber que en otros estados tienen un bono por regresar clases después del Receso Escolar que es de poco más de 5 mil pesos; el acuerdo busca evitar que los líderes seccionales presionen a los gobernadores para obtener aumentos adicionales, bonos, compensaciones, estímulos y gratificaciones; ahora mal, demagógicamente, el líder nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre aclaró que “a partir de un acuerdo con Hacienda, quedaron salvaguardados los bonos, estímulos y demás prestaciones obtenidas localmente hasta ahora”; sin embargo, habrá que leer de cabo a rabo el susodicho convenio que firmó Aguirre Rivero, para ver si lo dicho por el líder charro no es más que una bazofia; esperaremos a ver qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com