viernes, 4 de marzo de 2011

Cultura/social

By Zeferino
Apolinar Castrejón Marino

Es de llamar la atención el “Síndrome de la Escoba” que aqueja a los funcionarios (que no funcionaron) durante el gobierno del contador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, que dentro de pocos días será desplazado por otro gobierno, el de Ángel Aguirre.
Los y las que ocuparon las secretarías y subsecretarías se devanan el cerebro buscando justificaciones y explicaciones a su desempeño. Es justo decir que hubo muy buenos funcionarios, pero también es cierto que la mayoría se caracterizó por su bajo perfil intelectual, su arrogancia y su incompetencia.
En los mandos medios la cosa estuvo realmente mal, pues continuó el saqueo de los presupuestos y de los recursos de las dependencias. Es de llamar la atención que entre los niveles altos y medios, los protagonistas parecía trabajar para otros jefes, y no para el gobernador. Lo decimos porque ni siquiera se preocupaban por ocultar su filiación priísta.
La burocracia se sintió a sus anchas en este gobierno, que les concedió tantos beneficios inmerecidos como días de descanso, bonos y re categorizaciones. Muchas auditorías simuladas, muchas supervisiones encargadas a ciegos, muchos relojes biométricos sin bases de datos; pero todo fue peor que en los gobiernos más corruptos del PRI.
Y el discurso de Zeferino no cambió ni el tono, ni el contenido en toda su administración. En 6 años repitió la misma dosis: quejándose de los obstáculos que se encontraba con los partidos políticos, maldiciendo e insultando a los líderes y descalificando a la prensa escrita que criticaba algunas de sus acciones.
Pero lo que más mal se veía, es lo bien que hablaba de su persona, de su bondad, de su inteligencia y de su valor; como haciendo caso omiso del aforismo que sentencia que “halago en boca propia es vituperio”.
Muchas crónicas, historias verídicas y narraciones de testigos, describieron hace 6 años la alegría de los guerrerenses que se consideraban testigos de una nueva forma de gobierno y de administración. Muchos creyeron que verían en acción a un verdadero líder, que utilizaría estrategias no vistas para eficientar las tareas del gobierno, y que redundarían en un mayor grado de bienestar para los guerrerenses.
Pero poco o nada hubo de eso. Quizá realmente no se puede acabar con la corrupción. Quizá representa un peligro mortal atentar contra los privilegios de la “clase divina”. O quizá Zeferino era un buen gobernante, pero los guerrerenses no merecíamos.
Hay quienes dicen que 6 años, es poco tiempo para que se noten los cambios de un gobierno, pero a ellos les decimos que si el Secretario de Educación se hubiera apersonado un “día de quincena” en una sola escuela con actuarios, notarios y periodistas para sorprender a los aviadores para quitarles sus plazas y hacerles cargos penales, la sociedad guerrerense se habría dado cuenta y más mostraría respeto por el mandatario.
Que no se quiera también confundir a la sociedad con la máscara de la tolerancia, que permite que pululen organizaciones contestatarias que van por la calle gritando consignas contra el gobierno, y que en lugares fuera de la vista del público, pactan el beneficio particular de programas sociales.
El éxodo de nuestros paisanos de la montaña, de las costas y de la tierra caliente, con el consecuente abandono es la causa y origen de todos los vicios de las ciudades: prostitución, delincuencia y suciedad ¿Por que las autoridades nunca detuvieron este movimiento de la gente?
Ahora estamos ante una nueva oportunidad de cambio y será bueno analizar si la sociedad tenemos alguna participación, para estar pendientes a contribuir con nuestras acciones colectivas.

En una reunión de trabajo, en la ciudad de México, el gobernador electo de Guerrero, Angel Heladio Aguirre Rivero dialogó con el Director General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Alfredo Elías Ayub y el director General Adjunto de esta empresa para estatal, Antonio Vivanco Casamadrid, sobre los proyectos de infraestructura eléctrica que se desarrollarán en la entidad durante su administración. Aguirre Rivero pidió además que considere disminuir las tarifas de electricidad en el estado. En este encuentro, estuvo acompañado por los legisladores federales, Sofío Ramírez Hernández, Angel Aguirre Herrera y Armando Ríos Piter, así como Humberto Salgado Gómez.