Cosmos
Héctor Contreras Organista
¿Quién mató al Comendador?
¡Fuenteovejuna, Señor
!
-Lope de Vega Carpio-
Mario Moreno Arcos, mediante elección popular regresó hace tres días a la presidencia municipal de Chilpancingo y está acompañado de uno al que por costumbre y no por ley, obviamente, se le llama y se le conoce en el pueblo como «Honorable Cabildo».
Mario Moreno Arcos no es «poder absoluto» en la administración edilicia y en consecuencia llegó el momento de ver en Chilpancingo para qué demonios sirve ese «honorable» cabildo y dónde consiguió la «honorabilidad», ya que los honores se ganan en la vida a base de acciones positivas, obras, valor e inteligencia y que convenzan a las masas de que así es… o así fue y por ello se detenta o se ostenta.
El poder, en esa jerarquía municipal no se otorga por parte del pueblo para administración personal al gusto del titular. El ayuntamiento no es monarquía. Se supone que es un cuerpo constitucional jurídico socio-político plural seleccionado por el pueblo mediante votos, y por eso tiene que ser y funcionar bajo la democracia, donde hay regidores de partidos políticos distintos y no agachones o cobardes, porque están representando al pueblo y donde la voz y el voto de cada edil vale tanto como el del presunto reyezuelo que se ensarapa como presidente municipal.