Sin control, asentamientos
Irregulares en Acapulco
Yeshica E. Melo de Mojica
Era el 9 de octubre de este año. Antes de la medianoche, comenzó a llover en Acapulco, y llovió a cántaros, a ratos en cantidades que hacían temer lo peor. Después de todo, 15 años antes, en la misma fecha y en la misma ciudad, el escenario era similar a esa hora, pero en aquel entonces el puerto amaneció al día siguiente hundido en una de sus más lacerantes tragedias.