Don “Pancho” pese a su discapacidad con muchas ganas de trabajar. (Foto:API).
Discriminación gubernamental
y ciudadana a discapacitados
Jesús Bello.--El día a día de una persona con discapacidad resulta incomprensible el resto de las personas. Más que eso, es ignorado. Don “Pancho” lo sabe perfectamente. A este hombre le faltan unas piernas largas y fuertes pero no las ganas de trabajar, aunque eso implique que sea víctima de abusos, insultos y demás tipos de discriminación. Hasta lo han intentado golpear.
Con el primer rayo del sol empieza su jornada diaria. Sus tres hijos se alistan para ir a la escuela, su esposa empieza las labores domésticas y él prepara sus “chácharas” para la venta. Así define él a sus artículos de venta: globos, bisutería y juguetes.