Una tirolesa y vivaces payasos han convertido en un circo la gris cancha de básquetbol de Escuchapa, municipio de Huitzuico de los Figueroa, región norte del estado de Guerrero.
Hay un objetivo sombrío detrás de la diversión de este circo: con un lenguaje lúdico, sus participantes -familiares de desaparecidos- recurren desesperados a los más pequeños en busca de pistas para dar con sus seres queridos.
Escuchapa, municipio de Huitzuco de los Figueroa, una localidad de unos 600 habitantes, forma parte de la larga lista de lugares en México devastados por la espiral de violencia y desapariciones detonadas en 2006, cuando el gobierno militarizó la guerra contra el narcotráfico.
De acuerdo con cifras oficiales, el país actualmente cuenta con más de 40 mil personas desaparecidas. Una multitud de fosas clandestinas han sido descubiertas en esta región sureña.
En medio de esta violencia, los narcotraficantes han reclutado, a veces por la fuerza, a un sinf
Hay un objetivo sombrío detrás de la diversión de este circo: con un lenguaje lúdico, sus participantes -familiares de desaparecidos- recurren desesperados a los más pequeños en busca de pistas para dar con sus seres queridos.
Escuchapa, municipio de Huitzuco de los Figueroa, una localidad de unos 600 habitantes, forma parte de la larga lista de lugares en México devastados por la espiral de violencia y desapariciones detonadas en 2006, cuando el gobierno militarizó la guerra contra el narcotráfico.
De acuerdo con cifras oficiales, el país actualmente cuenta con más de 40 mil personas desaparecidas. Una multitud de fosas clandestinas han sido descubiertas en esta región sureña.
En medio de esta violencia, los narcotraficantes han reclutado, a veces por la fuerza, a un sinf