Retrato Hablado
Juan López
Siempre fue vicario de Rubén Figueroa Alcocer, aquel sujeto a quien se le identifica con la masacre de Aguas Blancas. Su carrera es un dédalo intrincado sin principio ni fin. El discurrir de la historia modificó y dispuso que aquel mentecatito paso a pasito se transformara, con la parsimonia necesaria de un modestísimo campesino, en el ahora presidente de la Comisión de Justicia del Congreso local.
Cuando arribó de su pueblo a Chilpancingo no podía ocultar sus orígenes: demacrado,
Siempre fue vicario de Rubén Figueroa Alcocer, aquel sujeto a quien se le identifica con la masacre de Aguas Blancas. Su carrera es un dédalo intrincado sin principio ni fin. El discurrir de la historia modificó y dispuso que aquel mentecatito paso a pasito se transformara, con la parsimonia necesaria de un modestísimo campesino, en el ahora presidente de la Comisión de Justicia del Congreso local.
Cuando arribó de su pueblo a Chilpancingo no podía ocultar sus orígenes: demacrado,