Crónicas de Amor
Felipe Zurita
Karol
“El vuelo de las Mariposas”
Y la noche se volvió azul y la luna roja
las sombras volvieron a sus cuerpos
las rosas del jarrón terminaron por morir
el silencio se hizo intenso para no vivir.
Se fueron terminando los minutos al día
no había más claridad, se marchó el sol
la angustia desdeño en desesperación tardía
se fue en silencio la claridad en el crisol.
Dios tiene derecho a dormir de vez en cuando
hay que entender que ya se cansa de tanto pintar
el cielo y las alas de las mariposas que jugando
se pasan el día entre yerbas y flores volando.
Acepto mis errores no fue posible advertir
en su momento. No tiene nada en común
una linda mariposa y una hermosa gaviota
me gustan verlas volar llevadas en el viento.
Esa libertad en sus alas las impulsan
a ser traviesas a pintar figuras en el viento
quizás es la forma como le ayudan a Dios
para entretenerse en el crepúsculo matutino.
Yo como Dios me gustan las mariposas
me gusta mucho pensar en las gaviotas
pero me gusta te que guste mirar las tardes
donde el sol se pierde en las olas del mar.
El viento se vuelve cómplice de los colores
Dios pintarrajea las nubes, el azul del cielo
la mañana, el medio día, es mejor por la tarde
si Gaviota tu mejor vuelo es por la tarde.
Enero se despide con una luna azul
que Dios inquieto ha tomado unos rayos de sol
y la ha pintada de rojo como lo hizo con tus alas
mariposa, y a blanqueado tus alas gaviota.
No me queda más que confesarte este amor
en poemas de mariposas que fueron escritos
con plumas de un nido de hermosas gaviotas
anidadas en el recuero más puro de tu minoría.
El viento te ha llevado a conocer cielos claros
pero no azules como esos que fantaseamos
donde están llenos de sueños y de estrellas
algún día gaviota las tocarás con tus vuelos.
Nunca dejes de volar que importa donde estés
en tu sangre hay polvo de estrellas en tus letras
hay brillo de ideas y en tu pensamiento libertad
has de tu vuelo la inspiración y nunca te dejes atrapar.
