El elefantito
Apolinar Castrejón Marino
Esta vez contaremos un cuento de circo, porque los circos les gustan a casi toda la gente, excepto a los ecologistas. Los animales son una atracción especial, aunque ahora está prohibida, por esos hipócritas.
En el circo de nuestro cuento había un elefante, que entretenía a la gente con una actuación en la que exhibía su tamaño, peso y fuerza descomunal; pero también cuando estaba en su descanso la gente lo admiraba por su colosal tamaño y su pasividad.
Llamaba la atención que estaba aprisionado por una cadena que sujetaba una de sus patas, a una estaca clavada en el suelo. La cadena era gruesa y pesada, pero la estaca era solamente un trozo de madera. Y aunque ese formidable animal parecía capaz de arrancar un árbol de un tirón con su enorme fuerza, no hacía ningún intento de arrancar la estaca y huir.