Crónicas de Amor
Felipe Zurita
Tu Amor.
Llévame al éxtasis de tu cuerpo
a eso que profieres llamar placer
a beber agua de tu piel y renacer
en el más dulce encanto de un beso.
Déjame morder tu piel… saborear
de ella la dulce miel del amanecer
la tibieza de tus caderas y ese andar
que provoca la locura hacia la demencia.
Eres mangar de mi amor
perfume naciente de flor
que se derrama en tu cuerpo
excitando la insensatez al placer.
Y es que te fundes en mis caricias
volviéndonos uno solo en ese infinito
camino de amores de deseo de cobas
hasta una mirada seduce al silencio.
Cuando te atrapo entre mis manos
te acorrucas para volverte deseos
Y hacer de mis manías la pulcritud
reclamante de apetitos a la curiosidad.
En cada beso llevas todo de mí
cada mirada tiene un deseo
el rose de tu piel y la mía la locura
en cada palabra el reclamo del delirio.
El tiempo más hermoso es el prohibido
cuando te escondes de tus hijos
y te ocultas de tu madre
volviendo fuego mis deseos mis delirios.
Haciendo de este entusiasmo una ilusión
donde mis manos quieren volar a tu pecho
y los deseos al oír los latidos del corazón
pronunciando mi nombre con gritos atrevidos.
No importa esconderse o acurrucarse
ante quienes han amado o amaran en el futuro
hoy es tiempo de nosotros. De estos amores
inundados de presentes y repletos de futuros.
Sabes cuánto te adoro en el silencio
de estas letras que cuando las leas
gritaran el amor que por ti siento
y quienes las lean te envidiaran todos los días.
El amor no es un secreto para esconderlo
hay que lucirlo, demostrarlo incluso antojarlo
decirle a quienes nos miran que tenerlo
es lo más bello y hermoso para demostrarlo.
Yo soy solo tuyo y tú eres eternamente mía
en cada riso de tu pelo llevas mis nombre
y en cada mirada mía tengo la sonrisa de tus ojos
que nos hace eternamente poesía.
