Gobernador reprobado
Apolinar Castrejón Marino
«Yo quisiera que le preguntaran a la población, que opinión tienen de su gobernador». Así se ha referido ante los reporteros, en la radio y en la televisión, Ángel Aguirre. Quizá esté usted de acuerdo en que tal expresión denota una gran dosis de soberbia, pero además, una falta de criterio para comprender la realidad.
Seguramente, el gobernador del Estado de Guerrero creé que las muestras de adulación y halago que recibe cuando se presenta a entregar «beneficios» en las poblaciones, a las colonias y poblaciones representan el sentir de todos los guerrerenses. Creerá que le colocan cadenas de flores, porque es una deidad.