Gustavo Arellano Reynoso
Hace unas horas asistimos con pesar al acabo del novenario de misas que en la iglesia del barrio de San Francisco de Chilpancingo se hicieron para pedir al Creador por el descanso eterno del alma del gran amigo, vecino y paisano don Gustavo Arellano Reynoso.
“Gus”, como con afecto le llamamos siempre sus contemporáneos, fue un muchacho muy trabajador y que mucho ayudó a sus padres en las tareas del hogar.
Tenían su domicilio –donde sigue radicando la familia- en la casa localizada en las esquina de Altamirano con Pedro Ascencio de Alquisiras. Era, en aquellos años de los 40 una de las últimas casas en las orillas de la población. Hoy está en pleno centro de la capital guerrerense.