Cosmos
Héctor Contreras Organista
HOY ES EL DIA DE CHARRO
Pero, ¿qué es un charro? ¿Cuál es su origen? Charro está documentado en el siglo XVII (1627) como sinónimo de ‘basto, tosco, aldeano, de mal gusto y lo atribuye a la palabra del euskera txar ‘malo’. Este origen es el que reproduce la Real Academia.
En el Virreinato de la Nueva España, a los indígenas les estaba prohibido montar o poseer caballos, con excepción de los tlaxcaltecas nobles y otros caciques aliados y sus descendientes. Para las labores de ganadería, sin embargo, era necesario emplear vaqueros preferentemente mestizos y en pocos casos indígenas; entre las condiciones para otorgarles permisos para montar estaban el ser empleados en un hacienda, utilizar sillas distintas a las militares y vestir con cuero o gamuza, por lo que a éstos vaqueros se les llamaba “cuerudos”.
Con el tiempo, tanto los terratenientes como sus empleados conformaron, primero en el Altiplano Mexicano y después en casi todo el país, un estilo hípico nuevo adaptado a las características de este variable y accidentado territorio.
Después de la independencia, proliferaron los hombres “de a caballo” propietarios de pequeñas granjas y arrendadores independientes que por su condición de mestizos con rasgos mulatos o indígenas eran conocidos como chinacos mientras que a los empleados de las haciendas se les llamaba simplemente “caporales” y “vaqueros”.
Los hacendados ricos gustaban de ornamentaciones similares a las de los aristócratas y de los oficiales de caballería en trajes con un corte totalmente distinto haciendo alarde de sus riquezas, mientras que los jinetes menos acaudalados los hacían adornar con bordados de “pita” proveniente de la fibra del maguey o con grecas y calados en gamuza.
El general Ignacio Zaragoza en 1861, durante el gobierno de Benito Juárez, crea el primer “Cuerpo de Rurales”, que eran auxiliares del ejército así como encargados de perseguir asaltantes de caminos y poblados rurales. Durante el período de Porfirio Díaz, se caracterizaron por garantizar la seguridad y también por sus abusos. Eran jinetes muy experimentados y estaban uniformados con trajes de charro de color gris y sombrero. Sus armas las componían el machete, la reata, pistola, carabina de montar y una larga lanza; temibles en el uso de ésta última, se dice que “con el lazo y con la lanza se forjó el Charro”