Dicen que dijeron que
andan diciendo que…
Margarito López Ramírez
“La Ponzoña”
… aunque surcos del tiempo marcan su rostro, y en las sienes luce escarchas de ayeres vividos, su cuerpo conserva vestigios de la otrora complexión robusta y porte señorial que poseyó como destacado deportista.
El familiar cercano o lejano, la vecina de al lado, la jovencita que expende viandas, el vendedores de verduras, las placeras asentadas en puestos destinados a la venta de flores de formas y colores diversos, ambulantes atiborrados de chucherías en la espalda, merolicos engaña tontos, pregoneros y demás gente del entorno tixtleco, le llaman: “Arturo”, apegándose a la voluntad de los padres de él, quienes decidieron registrarlo así ante el juez y ungirlo con agua bendita en la concavidad bautismal de la iglesia que acoge al santo patrono Martín de Tours; lo nombran Arturo a sabiendas de que el REY ARTURO, soberano de La Mesa Redonda encarnado en mitos asentados en la literatura inglesa, fue un gobernante justo que logró victorias, promovió la paz y generó prosperidad en la vida de sus súbditos.